El incremento inicial del canon en un 33,5 por ciento se debió fundamentalmente a la supresión de las primas a las energías renovables y de carácter especial, lo que se tradujo en menores ingresos para Sogama por la venta de energía, soporte fundamental para su viabilidad económica.
Luis Lamas fue entrevistado esta misma mañana en la Radio Galega para hablar de distintas temáticas de actualidad vinculadas a la Sociedad que preside desde hace más de cinco años. Entre ellas se destacó la bajada, en un 10 por ciento, del importe del canon que Sogama cobra a los concellos que utilizan sus servicios, y que se hará efectiva a partir del próximo 1 de enero. Al respecto, su presidente quiso precisar de antemano que nada tiene que ver con las quejas de determinados concellos por la subida aplicada a partir del pasado mes de marzo, y que se enmarcó en la reforma estatal del sector eléctrico, como tampoco tiene nada que ver con las elecciones a celebrar el próximo año.
El incremento inicial del canon en un 33,5 por ciento se debió fundamentalmente a la supresión de las primas a las energías renovables y de carácter especial, lo que se tradujo en menores ingresos para Sogama por la venta de energía, soporte fundamental para su viabilidad económica. En el caso de la ciudad de Vigo, y según testimonio de su alcalde, esto se tradujo en una subida anual de 9 euros por inmueble, mientras que en el concello de Burela, estaríamos hablando de 6 euros. Al margen de que se pueda discutir que esto es mucho o poco, lo que es evidente es que, tal y como manifestó Lamas, la decisión se enmarcó en una situación que resulta lesiva para la sostenibilidad del modelo Sogama, debiendo buscar la forma de reequilibrarla.
AMPLIACIÓN DE LAS INSTALACIONES
En relación a la ampliación del complejo medioambiental con una nueva planta para la valorización material de residuos reciclables contenidos en la basura en masa, el presidente desveló que, con ello, la empresa tendrá capacidad para gestionar un total de 750.000 toneladas anuales de basura (frente a las 550.000 actuales), permitiendo reducir los desechos que desvía al vertedero de Areosa. No obstante, el máximo responsable de Sogama aludió a que, si bien en el año 2008, la empresa vertía más de 400.000 toneladas (casi la mitad de lo que recibía), en el 2013 consiguió que esta cifra bajase hasta las 212.000, y ello gracias a la mayor eficiencia del complejo industrial y mejor gestión de las instalaciones.
Aún con todo, dijo no sentirse orgulloso, toda vez que el vertedero se configura como la última opción en la gestión jerarquizada de residuos que promulga la Unión Europea, debiendo estar precedido por la valorización energética de la fracción no reciclable y, por supuesto, por la reducción, la reutilización y el reciclaje.
Como no podía ser de otra forma, las obras de ampliación serán licitadas a través de concurso público, seguramente hacia finales del año en curso o principios del que viene, estando sometidas a unos plazos.
RELACIÓN CON LOS CONCELLOS
Calificó la relación con los concellos como “buena” a pesar de que algunos se empeñen en promover enfrentamientos entre la empresa pública y la administración local. Y como ejemplo puso el hecho de que, de los 296 concellos adheridos a su modelo, tan solo 23 no están cumpliendo con sus obligaciones de pago, por lo que estaríamos hablando únicamente del 7 por ciento, que utiliza a Sogama como cortina de humo.
Es por ello que se pregunta cómo es posible que Pontevedra cobre a sus vecinos una tasa por gestión de residuos de 117 euros y que en Lugo ésta ascienda a 81 euros, cuando la media se mueve en 60. “Habrá que explicar esas diferencias”, resolvió.
En cuanto a las grandes ciudades, desveló que, si bien Ourense primero dijo que no a la subida del canon, lo cierto es que acabó pagando. Y todo apunta a que Lugo seguirá el mismo proceder.
En el caso de Pontevedra, que calificó como distinto, toda vez que este ayuntamiento no reconoce el canon único aplicado en 2004, pretendiendo regirse por un contrato de 1997, apuntó que el juzgado está dando la razón a Sogama, y el empecinamiento de su gobierno local está costando mucho dinero a los pontevedreses.
No obstante, abundó en el proceder de la empresa ante los morosos, que fue siempre el mismo: reclamar por la vía contencioso-administrativa.
CUENTAS
Sogama es una empresa sometida a la Ley de Sociedades de Capital, explicando en este contexto que siempre hubo notables diferencias entre lo presupuestado y el resultado real, y ello se debe fundamentalmente a que el mercado de la energía eléctrica es imprevisible. Mientras que en el 2005 la diferencia fue de 3,8 millones, en 2010, cuando se preveían pérdidas, extremo que desencadenó duras críticas por parte del PSOE, el resultado real fue la obtención de unos beneficios que ascendieron a 4.400.000 euros y que, por supuesto, no fueron repartidos entre los socios, sino destinados a reservas voluntarias, tal y como se ha venido haciendo desde el año 2009.
Insistió en que “Sogama tiene que tener la rentabilidad suficiente para sostenerse”, ya que no puede recibir subvenciones de ningún tipo. “Lo que pagan los ayuntamientos es lo justo y necesario para mantener la operativa de la Sociedad”, abundó.
EDUCACIÓN
Se muestra satisfecho por las numerosas campañas que Sogama lidera en el ámbito de la educación ambiental. Quiere pensar que funcionan bien, al menos a nivel de participación, pero no puede saber si las mejoras en el comportamiento de la ciudadanía son debidas a éstas o a otros factores. En este sentido, manifestó que en los últimos tiempos se ha constatado una bajada del porcentaje de impropios en el contenedor amarillo, circunstancia que invita al optimismo. “Tenemos que seguir poniendo los medios”. Entiende que hay información suficiente, pero falta concienciación, ámbito al que hay que dedicar un mayor esfuerzo.
FUTURO
Le gustaría que Sogama fuese visualizada como una herramienta fundamental para la protección medioambiental de Galicia. “Somos un ejemplo a seguir dentro y fuera de nuestra comunidad”, refiriéndose a las numerosas visitas que la empresa recibe día a día, incluso por parte de grupos extranjeros