Durante su exposición Alianza Verde contra la estafa de la industria global del plástico y ECOEMBES, el coordinador del grupo político, Juantxo López de Uralde, ha pedido a la Vicepresidenta Teresa Ribera que no demore “ni un minuto más” la aplicación de la Ley de Residuos para poner en marcha de forma urgente el SDDR, porque Ecoembes no es eficaz.
Desde Alianza Verde han pedido, a través de una iniciativa registrada en el Congreso de los Diputados, tomarse en serio el informe hecho público recientemente por parte de la ONG Center for Climate Integrity (CCI), según el cual la industria del plástico llevaría décadas promocionando la práctica del reciclaje a pesar de conocer que no es una solución económica o técnicamente viable para la gestión de sus residuos. Unos conocimientos que ha ocultado a través de sus campañas de márketing.
El plástico se fabrica a partir de petróleo y de gas y es muy difícil de reciclar. Para lograrlo hace falta una meticulosa clasificación porque las miles de variedades que hay, por su composición química, no pueden reciclarse juntas, encareciendo aún más un proceso de por sí costoso. Otro problema es la degradación del material tras cada uso, algo que por lo general limita la reutilización a una o dos veces.
El informe de la estafa de la industria global del plástico coincide con el creciente escrutinio de la industria del plástico y del reciclaje. El fiscal general de California (EEUU), Rob Bonta, inició públicamente hace dos años una investigación sobre las petroquímicas y productoras de combustibles “por su responsabilidad en provocar y agravar la crisis mundial de contaminación por plásticos”.
Alianza Verde contra la estafa de la industria global del plástico y ECOEMBES: no al monopolio y la ineficacia
“En el caso de España”, dicen desde el partido verde, “ya hemos denunciado en numerosas ocasiones la ineficacia del sistema de gestión de residuos plásticos, que monopoliza Ecoembes, precisamente por ser un sistema basado en el engaño, como es el caso de la estafa de la industria global del plástico”.
En un reciente estudio hecho público por Greenpeace, y según indican en su escrito, en los últimos 18 años, Ecoembes ha multiplicado por cinco sus ingresos que, solo en 2018, ascendían a 578 millones de euros. El 90% de esos ingresos vienen del pago por el punto verde y en torno al 15% corresponde a la venta de materiales. Es una sociedad anónima que gestiona, por tanto, millones de euros cada año y estos ingresos dependen más de los envases que se consumen y no de los que se reciclan, que debería ser su verdadera misión.
El ritmo de crecimiento económico de Ecoembes es paralelo al de la avalancha plástica. Además, Ecoembes (formado por estas empresas) es quien facilita las cifras de reciclaje de envases. Unas cifras que las administraciones no controlan y aceptan como válidas. Estas cifras, cuestionables y poco transparentes, dicen recuperar envases por encima de las leyes europeas y españolas, cuando la realidad es bien distinta. Si no se conocen a ciencia cierta cuántos envases se venden en España, difícilmente se podrá saber cuántos de ellos son recuperados.
Por eso, desde Alianza Verde piden al Gobierno, que tome medidas, a nivel estatal, pero también en el seno de la Unión Europea y global, para limitar la capacidad de la industria como responsable de la crisis de contaminación y por la estafa de la industria global del plástico.
Y, en concreto, y conocido el informe, pide al Gobierno que asuma su responsabilidad con respecto al sistema de gestión de residuos plásticos en España, y acelere la implantación del sistema SDDR, dada la ineficacia de Ecoembes y su falta de veracidad y transparencia, y teniendo en cuenta las tasas de éxito del sistema de retorno en los países donde ya está implantado.
“Ecoembes es un monopolio copado por las empresas, cuyo único interés es seguir ganando dinero. Llevamos muchos años denunciando su ineficacia y su falta de transparencia, ¿qué más tenemos que esperar?”, denuncia López de Uralde. “El plástico nos ahoga, no puede ser que estemos dando oportunidades a una industria que solo busca seguir produciendo más y más. Necesitamos soluciones urgentes contra la estafa de la industria global del plástico y la nacional. Y el SDDR es una alternativa real”.
