Cómo regar mis plantas. Tener un jardín cuidado no se consigue sin un mínimo de dedicación. Quienes gozan de un espacio verde dentro de su casa, sabrán que además de abonar, podar, limpiar y otras muchas tareas, lo más importante es realizar un riego adecuado a las necesidades de la planta. En ningún caso ha de ser una acción aleatoria. Según a qué hora se rieguen, haremos que las plantas aprovechen mejor o peor ese aporte de agua.
Un momento idóneo
El momento idóneo para regar las plantas de exterior varía en función de la época del año. La premisa fundamentalmente es saber que, cuanto más calor haga, más rápido se evaporará el agua. Por este motivo, en los meses veraniegos, si se riega una planta cuando más aprieta el sol, el sustrato no tardará demasiado tiempo en secarse de nuevo. Más aún si la tenemos colocada en una maceta que ha estado expuesta a los rayos solares. Además, las hojas podrían quemarse si están mojadas, pues en la naturaleza el agua actúa como una lupa y magnifica su calor.
Por tanto, lo conveniente durante los meses cálidos es regar a primera hora de la mañana. Al amanecer, la evaporación es mínima, por lo que las plantas o el césped no necesitarían tanta aportación de agua. Como segunda opción, ante la imposibilidad de hacerlo temprano, el riego también puede proponerse hasta la tarde-noche. Debe hacerse cuando el sol se está poniendo y ha perdido la intensidad de las horas centrales del día.
Pero cuando llega el frío y se produce un acusado descenso de las temperaturas con respecto al periodo estival, todo cambia. Habrá que adaptar el riego al sitio donde se viva y las condiciones climáticas. Porque en algunos casos el agua puede congelarse y cristalizar las raíces de las plantas. Por este motivo, en esta época sí es oportuno regar durante el día. Aunque conviene evitar que el sol incida directamente sobre la planta mientras se le aporta agua.
Diseña tu jardín de la manera más eficiente
No hay dudas de que las horas idóneas para el riego nos ayudan a maximizar el rendimiento de nuestras zonas verdes. Y a hacer un uso más racional del agua. Pero nunca está de más repasar unos cuantos consejos que pueden ser de suma utilidad a la hora de conseguir que un jardín sea más eficiente. Cómo regar mis plantas.
- Agrupa las plantas según su consumo de agua. esto facilitará la eficiencia del sistema de riego.
- Estudia el microclima de tu jardín o huerto y selecciona las plantas que se adecuen a ellos. No plantes lechugas o brócoli, que requieren mucha agua, en tierras de secano.
- Escoge plantas autóctonas, de esta manera solo necesitarás una pequeña aportación hídrica en los meses más cálidos.
- Intenta proteger el jardín del viento. Mediante cortavientos evitarás que se pierda parte del agua que utilizas al regar.
- En caso de disponer de césped, intenta que la altura de corte sea alrededor de los 5 centímetros. esto es fundamental para mantener el grado de humedad adecuado en la zona de la raíz.
- Reduce el uso de fertilizantes para disminuir la demanda de agua. Y evita los que son de origen químico y los plaguicidas artificiales.
- Diseña el jardín con la menor superficie de césped posible. Recuerda que el consumo de agua para su mantenimiento es muy elevado.
- Abona el césped cuando haya previsión de lluvias, para que las precipitaciones lo disuelvan.
- Usa sistemas automáticos de riego por goteo para regar árboles y arbustos.
- Emplea el agua justa para cada tipo de planta y evita las escorrentías.
- Suministra el riego lo más cerca de las raíces de las plantas.
- Trata de evitar el riego por aspersión. si es tu única opción, diseña correctamente la posición de los aspersores, su caudal y la zona que cubren.