La revista Spiegel nos habla de un nuevo récord, un total de 100 ciudades europeas ha puesto en marcha algún programa de bicis compartidas.
Spiegel se pregunta si esta tendencia todavía aumentará. En París, Vélib ha logrado cambiar los hábitos de mucha gente -la mitad de sus usuarios reconocen conducir menos desde que usan las bicis. Y Francia se ha subido también a la bici, más de 30 ciudades han puesto en marcha sus programas de bicis urbanas.
Barcelona es otro caso de éxito. Los barceloneses hacen un uso feroz de Bicing, prácticamente desde el mismo día en que se puso en marcha el servicio. Bicing ya forma una parte importante del tráfico rodado de Barcelona.
Además de Barcelona y París hay decenas de ciudades con sistemas menos notorios creciendo. En Hamburgo, Spiegel contabiliza 500.000 desplazamientos el año pasado con el sistema StadtRAD, que está resultando en uno de los mejores proyectos emprendidos por la coalición que gobierna. Hay sistemas de bicis compartidas en Rennes, Francia (oficialmente el primero del mundo en funcionar), en Valencia, Sevilla y Zaragoza (España), en Bruselas y Viena. Polonia tiene dos programas en funcionamiento e incluso los países más fríos como Noruega y Finlandia disponen de los suyos.
Hay gente que piensa que los sistemas de bicis de alquiler son un gasto para los ayuntamientos y que dejarán de funcionar a largo plazo. Pero la experiencia y la combinación de distintas estrategias como tarifas económicas para los usuarios, esponsorización a cargo de empresas y publicidad se están revelando como un gran éxito, al menos en Europa.