El pasado 27 de noviembre, el equipo Aktúa y un grupo de voluntarios realizaron una acción con la que pretendían conocer si está la ciudad de Valencia preparada para adoptar un modelo de movilidad urbana más sostenible, más respetuoso con el medio ambiente y las personas.
La acción Valencia MUÉVETE! consistió en recorrer la ciudad de un lado a otro, desde el Parque del Oeste hasta el Edificio del Reloj del Puerto. Los voluntarios hicieron el recorrido a pie, en bicicleta, con patines, corriendo, en silla de ruedas, en bus, en metro, en moto y en coche; también en bici, moto y coche eléctricos, y en Segway y Freecross. Debían valorar los aspectos que pudieran determinar la conveniencia y la viabilidad de utilizar unos y otros medios.
Con los datos aportados, Aktúa acaba de elaborar un informe que valora las aptitudes y los impedimentos que tiene la ciudad de Valencia para asumir un modelo de movilidad que no se base exclusivamente en el transporte motorizado ni en el consumo de combustibles fósiles. El informe viene a decir que, con un poco de concienciación e implicación por parte todos, Administración y ciudadanos, Valencia podría convertirse en un modelo de movilidad urbana. Las condiciones que permitan a la sociedad evolucionar hacia este nuevo modelo están más cerca de la realidad que de la utopía.
Resultados y conclusiones
Del informe de Aktúa se extraen varias conclusiones. Una, que la bicicleta, convencional o eléctrica, es el medio ideal para desplazarse por la ciudad. Otra, que el coche, pese a ser el medio más utilizado en desplazamientos no peatonales, no es en absoluto el mejor valorado por los participantes. Todos coinciden en que renunciarían a él siempre y cuando mejoraran las opciones alternativas. En tercer lugar, señala el informe que la movilidad eléctrica podría convertirse en Valencia en una realidad a corto plazo. Bastaría resolver aspectos como la recarga de los vehículos y el origen de la electricidad, que debería proceder de fuentes efectivamente renovables.
Según el informe, es necesario que la ciudad mejore las condiciones para los usuarios de sillas de ruedas, abarate los precios de los transportes públicos y redistribuya el espacio urbano a favor de éstos y de los peatones. Aun siendo caro, el metro es el medio más adecuado para unir la ciudad con el área metropolitana. Además, la mejora del carril bici y su mantenimiento deberían ser una prioridad. “El uso compartido de las grandes vías es un asunto que habría que solucionar para impulsar definitivamente el uso de la bici en la ciudad”, apunta el estudio. Por último, concluye el informe que andar es la mejor de las opciones para trayectos que no superen los dos kilómetros.