Tarjetas electrónicas y convencionales
Las felicitaciones son una de las primeras señales que indican el comienzo de la Navidad. Sin embargo, las tradicionales versiones en papel dejan cada vez más paso a las enviadas por correo electrónico. Desde mediados de diciembre, se suceden los mails cargados de buenas intenciones. Numerosas ONG se han subido al tren de las nuevas tecnologías y permiten felicitar de este modo.
* Entreculturas. Ayuda a Perú, Burundi y a los damnificados de Haití.
Sus tarjetas electrónicas se pueden enviar de manera totalmente gratuita. Esta posibilidad supone un ahorro importante para quien envía la postal, por lo que la entidad anima a invertir ese dinero, a través de un donativo, en otros proyectos. Este año, las donaciones se destinarán al «Taller Thevenet» de Haití o al proyecto de construcción de 10 aulas en Perú y 4 en Burundi.
* Solidaridad Internacional. Combatir la pobreza.
Las postales de Solidaridad Internacional reparten los beneficios entre los proyectos que lleva a cabo en América Latina, África y Oriente Próximo. La recaudación se destina a mejorar la calidad de vida de las personas pobres que se atienden. Los precios de las tarjetas varían según el pedido. Incluso, se puede personalizar el interior con mensajes, logotipos o dibujos.
* Survival. A favor de los pueblos indígenas.
La colección engloba tarjetas con paisajes «espectaculares y sugestivos» de algunas de las regiones más gélidas del mundo. Se venden en packs de seis postales con el mismo modelo, con ilustraciones exclusivas del dibujante Quentin Blake.
* Ayuda en Acción. Comedores infantiles en El Salvador.
Los beneficios por la venta de los christmas de Ayuda en Acción se destinan al proyecto «Mi comedor», en El Salvador. Se quiere construir la infraestructura necesaria en cuatro centros educativos, junto con actividades para desarrollar y fortalecer los hábitos higiénicos, una dieta sana y equilibrada.
* UNICEF. Mejora de las condiciones de vida de los nisño.
Las tarjetas de UNICEF se dividen en tres modalidades, pero en todos los casos su recaudación se destina a la financiación de los proyectos en marcha.
Apuesta por el comercio justo
Los productos de comercio justo, con una oferta muy amplia y variada, son una alternativa al comercio tradicional. Intermón Oxfam destaca cómo estas compras «pueden ayudar decisivamente a los más afectados por la actual situación económica». Entre su oferta de regalos, cuenta con anillos de plata o yute, pañuelos de seda reciclada, algodón o lana, bolsos de tela, fibra o piel y numerosos artículos para el hogar. Con ellos, se quiere ayudar al impulso económico y social de los artesanos y campesinos de países empobrecidos. «Las compras navideñas pueden transformarse en un acto solidario a favor de quienes peor lo están pasando en esta crisis mundial», insiste.
Esta organización apoya a 113 grupos productores de África, América Latina y Asia, a los cuales ofrece «las herramientas y la asistencia técnicas necesarias para que se incorporen al mercado internacional». Respalda el trabajo de miles de artesanos de diversas regiones, que reciben microcréditos y asistencia social en salud o educación para sus hijos, asesoría en marketing, finanzas o gestión, según las regiones.
Desde Setem, la propuesta para esta Navidad incluye un año más objetos decorativos, menaje, bisutería, juguetes, cestas de alimentación y ropa de casa. Además, en el apartado textil, la moda juega un papel importante gracias al algodón ecológico. Este material favorece la formación de cooperativas, sociedades o grupos de productores, cuya participación en el mercado «les da más poder de negociación, la oportunidad de aprender los unos de los otros y la posibilidad de compartir servicios». Según Setem, esta situación reduce su vulnerabilidad, facilita la formación y les ayuda a obtener microcréditos, además de atención sanitaria.
También los nacimientos con figuras de comercio justo están elaborados por cooperativas de artesanos. Los personajes de estos belenes reflejan la realidad de cada cultura: las ropas son una copia de las prendas que llevan los habitantes, se incluyen animales propios de cada zona y se elaboran objetos típicos. Una oferta muy amplia para ayudar y acercarse a otras realidades.
La Fundación Vicente Ferrer propone para este año numerosos productos para colaborar con el proyecto de desarrollo integral que lleva a cabo en Anantapur (India). Hay productos de joyería y bisutería, complementos, hogar e infantil.
Viajes solidarios
Quienes dispongan de días de asueto y quieran conocer otras culturas, pueden apuntarse a alguno de los viajes solidarios que se proponen en estas fechas. AIPC Pandora organiza dos escapadas a Marruecos y Palestina, donde se convivirá con familias locales para conocer sus costumbres y su modo de vida. Los viajes forman parte del programa de Turismo Responsable, Cultural y Solidario de la organización y pretenden fomentar «una nueva relación entre la comunidad y sus visitantes desde una perspectiva intercultural». Se establece una interacción antes, durante y después del viaje, además de garantizarse «la trasparencia total de los costes de los programas».
El programa «Navidad en el desierto del Sáhara», del 26 de diciembre al 2 de enero, comienza en Marrakech e incluye comidas, cenas y alojamiento con familias de acogida locales. Los días siguientes se visitará la ciudad fortificada de Ait Ben Haddou, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, Ouarzazate, la kasbah de Skoura o Tinghir (oasis de 30 km de largo). Otras actividades previstas son varias visita a asociaciones a favor del desarrollo local y un encuentro con otra comunidad.
«Año Nuevo en los campos de refugiados de Palestina (Cisjordania)», con la misma duración que el programa anterior, pretende enseñar Palestina «de una manera diferente y en permanente contacto con sus gentes y sus tradiciones» para vivir desde dentro esta región. Se visitarán Belén, Hebrón y Jericó, además de campos de refugiados, y se mantendrán encuentros con ONG que trabajan en estas zonas. El alojamiento en este caso también se desarrollará con familias locales.
La Fundación Vicente Ferrer organiza cada año viajes a Anantapur, donde lleva a cabo sus proyectos. Es posible viajar hasta esta zona para conocer los programas de desarrollo, ya que el objetivo de la iniciativa es «ser transparentes» y tener la oportunidad de explicar a las personas interesadas su modo de trabajo, logros y retos aún por conseguir. La visita a los proyectos dura varios días, en los que se podrá conocer al niño apadrinado (si es el caso) y/o al grupo de mujeres que forman parte del programa De Mujer a Mujer. Es posible viajar por cuenta propia a India, aunque antes se debe avisar a la ONG de las fechas previstas para que organice los encuentros.
AZUCENA GARCÍA – www.consumer.es – EROSKI