Las depuradoras que se usan con frecuencia en las emergencias producen tres metros cúbicos de agua por hora y cuesta 40.000 euros. El nuevo modelo «es capaz de asegurar 10 metros cúbicos de agua por hora a 9.500 personas, con un coste de solo 4.000 euros», asegura la organización.
Según explica Acción contra el Hambre, este sistema permite eliminar del agua superficial, como el de los ríos, las impurezas que no se quitan con el simple filtrado y que hay que eliminar mediante un sistema físico-químico denominado «coagulación-floculación-decantación». Está dividido en tres módulos y con materiales sencillos (lonas de camión, etc.), «se logra un proceso capaz de proporcionar gran cantidad de agua de modo continuo y en menos tiempo, con una calidad de agua similar a las de las plantas compactas y a un precio mucho menor (3.200 frente a otros de hasta50.000)». Además, su montaje y mantenimiento es fácil, al contrario de lo que ocurre con sofisticadas tecnologías que en países en desarrollo pueden dar problemas si se averían o por la dificultad de enseñar su manejo al personal local.
El segundo desarrollo tecnológico del proyecto consiste en unos cilindros para entibar (apuntalar, revestir) pozos de hasta 15 metros de profundidad y poder usarlos en 24 horas. Incluyen un filtro y hasta una cuña para profundizar el pozo si hace falta.
Estos dos nuevos desarrollos pueden permitir a las organizaciones humanitarias ser más rentables y rápidas después de un desastre, cuando los puntos de agua suelen quedar anegados o destruidos, lo que pone en peligro la vida de los damnificados en muy poco tiempo, destaca el responsable de Agua y Saneamiento de la ONG, Pablo Alcalde.
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