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lunes, marzo 27, 2023

«El diseño debe servir para mejorar la vida de la mayoría de la gente y no de una minoría»

¿Cómo surgió Nutcreatives?
Alex Jiménez-
El origen fue muy espontáneo. Jon contactó conmigo para presentarnos al concurso de reciclaje de la Generalitat de 2007 e hicimos un proyecto que combinaba las dos formaciones, pero sin ánimo de continuar más adelante. El proyecto fue seleccionado ya partir de entonces la relación profesional se fue consolidando.
Jon M. Marín-
Empezó como un divertimento, como una prueba. Ni siquiera nosotros creíamos a priori en esta sintonía entre una persona que viene de un mundo técnico como es el diseño y una que viene del mundo científico, la biología, como es mi caso. La creación de la empresa fue un paso natural que daba continuidad a lo que habíamos hecho antes.

¿Por qué Nut, la nuez?
AJ-
Teníamos que buscar un nombre que sonara bien y que se pudiera memorizar. Pero también es una metáfora. La nuez es un elemento muy pequeño que puede generar un sistema tan grande como un árbol.

¿La funcionalidad del diseño es esencial, pero vosotros no creéis que lo sea todo. Es así?
JM-
Buscamos la funcionalidad pero también lo que no se ve: con qué materiales se ha fabricado el producto; como han hecho estos materiales, ¿qué pasará con ellos cuando el producto ya no sirva. Todo esto también es funcionalidad, pero aplicada a todo un sistema.
AJ-
El diseñador no se preocupaba nunca de estos otros aspectos, pero pensamos que hoy en día lo debe hacer.

¿Habría, pues, valorar positivamente la irrupción de la sostenibilidad en este ámbito?
AJ-
Tiene una parte buena y una mala. De entrada es cierto que hay un gran interés por la sostenibilidad. Si vas, por ejemplo, a un ayuntamiento a hablar con un técnico y le haces referencia a un producto en estos términos, de entrada ya te escucha. Y esto es importante porque la compra pública debe incorporar estos criterios. Pero a veces tenemos dudas de si todo esto no se queda en una fachada. Lo de poder decir por ejemplo «he comprado un producto sostenible» sin que haya detrás un interés en saber hasta qué punto es realmente así. De modo que algunas veces una compra pública que pasa por sostenible no lo es porque el responsable no se ha molestado en comprobar el cumplimiento de los requisitos. En este sentido la sostenibilidad, al igual que el ecologismo se ha convertido en una estrategia de marketing de primer orden. Te venden coches ecológicos cuando para empezar, tal y como está concebido hoy el mundo del automóvil, esto es una contradicción. Y en nuestro ámbito, en mobiliario urbano o señalética, notas que todo el mundo se quiere poner una medalla.
JM-
En ocasiones el hecho de ser transparente en este tema es contraproducente porque si decimos que utilizamos por ejemplo plástico reciclado, pues el cliente ya pregunta por qué y de dónde viene. Y no es que sea malo que haga estas preguntas, pero en todo caso debemos dar más explicaciones que un diseñador que sólo se centra en la estética y la función.

Siempre que hay un paradigma diferente, y la sostenibilidad es uno, las formas de hacer tienen que cambiar y eso, supongo que debe afectar todo el mundo, incluidos los profesionales. ¿Estarían de acuerdo?
JM
Sí, el diseñador ya no es un simple creador de objetos y está cogiendo cada vez más el rol de dinamizador de procesos. Y, efectivamente, todo aquel que está alrededor tiene que cambiar. Todavía hay clientes que no tienen interés, pero al mismo tiempo tamibén la gente es más crítica y pedirá productos bien diseñados pero de verdad y no sólo de fachada.

¿Podemos citar un ejemplo que ilustre este cambio real en la manera de hacer?
AJ
Hay una serie de estrategias para hacer productos más respetuosos con el medio y una de las principales es alargar la vida útil de un objeto que triplique la de un objeto que hace la misma función. Es mucho mejor que un objeto tenga un cierto impacto en el medio ambiente durante la fase de fabricación pero que dure mucho tiempo, que no sea más verde en cuanto a la producción y que no dure nada porque entonces se hará producción más a menudo ya la larga acaban generando más costos ambientales.
JM
Sobre la duración hay que comentar que en el caso del packaging se da la circunstancia de que un envoltorio de plástico, por ejemplo, puede durar muchos más años que el objeto que está destinado a proteger, cuando la envoltura debería ser efímera. Esto es absurdo.

¿Sale a cuenta fabricar objetos que duren más tiempo?
AJ-
Los números salen. Si te compras una silla que tiene la vida de cinco sillas puede ser cinco veces más cara y el fabricante ganará lo mismo al final. Y pensamos que la vía es esta. El incremento de coste viene compensado por el valor añadido de la durabilidad.
JM
Y además las empresas están vendiendo más servicios que productos: es lo de la impresora de la oficina, ya no compras sólo el objeto sino el mantenimiento.

¿Y la estética qué papel debe jugar en esta nueva visión del diseño?
AJ-
A veces hay diseñadores-en la arquitectura también pasa muchísimo-que se han centrado en otros aspectos. Es muy respetable pero para nosotros no es la línea de trabajo. Tener un objeto que está bien hecho en un sentido completo puede mejorar mucho la vida. Si priorizas por ejemplo una estética muy impactante, que limite la funcionalidad, o la posibilidad de desmontar el producto cuando termine el ciclo de vida, estás disparando fuera de la diana.
JM-
El que debe romperse la cabeza realmente es el profesional pero no el usuario, para él todo debe ser lo más sencillo posible

¿Qué objetos poco pensados ​​podemos encontrarnos en nuestra vida cotidiana?
AJ
-Un ejemplo paradigmático de objeto no muy pensado es el mando a distancia. Una persona mayor tiene muchas dificultades para usarlo: ni siquiera el dedo entra bien para tocar las teclas. Todas las funciones tienen su botón, aunque muchas no se utilizan nunca, y generan mucho ruido para el usuario.

Vosotros defendéis la idea de diseño para todos …
AJ-
A veces se ha asociado el concepto diseño a cosas muy caras y exclusivas y es un error porque todos los objetos han sido diseñados, los caros y los económicos. Y aquí no sé si es que los diseñadores no lo hemos sabido aclarar, o se ha utilizado como estrategia de marketing para vender más caro. En cualquier caso, el diseño debe servir para mejorar la vida de la mayoría de la gente y no de una minoría.

Les gusta poner por escrito sus ideas. ¿Desean generar opinión?
JM-
No es nuestra finalidad. Escribir sirve para ordenar las propias ideas.
AJ-
Nos ha ayudado también a explicar mejor nuestro trabajo. Es importante comunicar bien lo que te interesa sobre todo al principio de cara a los clientes
JM-
Es que en definitiva el trabajo del diseñador consiste en pensar y pensar.

Jon, el hecho de que tengas una formación diferente de Alex ¿cómo es recibida por el cliente ? Aparte de eso ¿podrías explicar cuál es el vínculo entre biología y diseño?
JM-
Al principio notas que la gente piensa que no eres el interlocutor válido para hablar de diseño aunque al final no sé si es una percepción mía o es real. En cuanto a la segunda pregunta, el vínculo está establecido por el concepto de la biomimética. Consiste en fijarse en la naturaleza y en cómo soluciona los problemas e intentar aplicarlo en el proceso del diseño. Te puedes fijar por ejemplo en las estructuras de una concha, o una hoja, o también en sistemas más complejos, como un árbol que crece con los nutrientes que tiene alrededor, y no los trae de China. En este sentido intentamos captar cuál es esta manera de hacer de los sistemas y aplicarla.
AJ-
Un buen ejemplo de aprender directamente de la naturaleza es el Velcro. Lo inventó el ingeniero George De Mestral cuando vio que su perro, después de pasear por el campo, venía con todo de cardos pegados al pelo. Lo que hizo De Mestral es traspasar este principio al mundo artificial estudiando la estructura del cardo. Esta idea nos gusta, pero nosotros lo que hacemos es extrapolar la naturaleza más a nivel de sistema, como en el caso del ciclo cerrado de los nutrientes.

Hablemos de algunas de vuesttas realizaciones. El banco Relaja, por ejemplo, da la dimensión real de la visión del diseño que va más allá del objeto y que une diferentes aspectos.
AJ-
El Relaja es más un sistema que un objeto. Aquí pusimos en contacto una fábrica de mármoles y granitos que generaba unos residuos que tenían que ir al vertedero con un productor, que es una escuela taller para gente con dificultades de inserción social. El banco ayuda a reducir residuos, emplea a una escuela taller y ofrece un nuevo mobiliario urbano de mucha duración. Se instalará un banco de prueba en el delta del Llobregat.

JM- Aquí es muy importante el concepto de proximidad. Los factores que intervienen están cerca entre ellos, en el municipio de El Prat del Llobregat. Es un km 0.

El asiento Bones corresponde a otra intención, de entrada ya es para uso doméstico

AJ- Bones es un proyecto hecho de cara a un concurso de mobiliario en Yecla al que nos presentamos. Es una pieza de madera que tiene una forma de montar estándar pero que permite variaciones al usuario, de modo que cada persona puede crear su propia forma.

El proyecto Pásalo, en cambio, nos devuelve al uso público con una intencionalidad clara.

JM- De momento se ha quedado únicamente en el diseño. La idea es crear un punto de intercambio que permita que la prensa gratuita pueda ser leída más de una vez por los usuarios en las paradas de transporte público y que al final del día se acumulen muchos diarios en un punto para hacer más fácil la recogida del residuo.

El proyecto de la señalización del patrimonio de Roses nos sitúa en otra dimensión de su trabajo en este caso el paisaje. ¿Cómo surgió y cuál es la singularidad de este trabajo?
AJ-
Recibimos el encargo para trabajar en un entorno privilegiado, sin duda una de las zonas más bonitas de Cataluña. Creamos un conjunto de piezas funcionales que se integran en el paisaje y para ello tuvimos que andar muchas horas con arqueólogos y otros técnicos para conocer en detalle el entorno.
JM-
Nos dimos cuenta de que el patrimonio era muy rico y eso pedía una señalización muy sutil. A pesar de ser un trabajo diferente a los demás también es un sistema. Así, en el caso del Relaja el sistema era el conjunto de actores que intervienen, aquí dentro de otra escala también hay un determinado número de elementos que deben ponerse en relación. Y la intención, en esta intervención territorial fue facilitar al visitante una determinada manera de pasar por los lugares y de ver lo que hay.
AJ-
Utilizamos una señalética innovadora a través de códigos QR. Nos la propuso una fundación que quiere integrar TIC y paisaje. Vimos que era muy interesante utilizar estos códigos porque eso permitía sacar letreros que hacían en algún caso dos metros de largo. Con este sistema se puede dar mucha más información sobre el entorno con menos impacto físico, una información que, por cierto, está elaborada por gente del pueblo.

¿Hasta qué punto es importante para vosotros la colaboración con otros profesionales?
AJ-
La multidisciplinariedad es enriquecedora porque evita ver las cosas de una sola manera. En vez de simplificar el equipo de trabajo tendemos a hacer lo contrario porque queremos implicar diferentes visiones.

¿Os consideráis ecologistas?
JM-
Nosotros no somos ecologistas practicantes, pero sí tenemos esta sensibilidad integrada en la forma de hacer porque creemos que el diseño debe ir por ahí. Aquí esta visión quizás todavía sea singular en nuestro país, pero en el Norte de Europa, no lo es.
AJ-
Estos países nos llevan distancia por el desarrollo de los marcos legales y también porque el cliente que hace encargos le da importancia a esta sensibilidad. Al final, es un todo.

www.sostenible.cat

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