TEPCO ha estado midiendo la cantidad de sustancias radiactivas liberadas a la atmósfera desde el accidente, ocurrido el pasado 11 de marzo como consecuencia del terremoto y el posterior tsunami, según informa la cadena NHK.
Después del accidente, la radiactividad en torno a la central era de 800 billones de becquerelios por hora. Desde entonces, los niveles han ido en descenso. Así, a finales de 2011 eran de 60 millones de becquerelios por hora, aunque en enero se ha registrado un repunte hasta los 70 millones de becquerelios por hora.
Al parecer, la contaminación se concentra en los alrededores del reactor número dos. Según TEPCO, la causa es la presencia de operarios de la compañía para instalar un fibroscopio óptico que facilite su desmantelamiento.
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