La ambición desmedida de la última Cumbre del Clima marcó un punto de inflexión (nótese la ironía). El cambio climático es cada vez más preocupante, y ejerce un efecto inasumible en todas las actividades humanas. ¿Qué sucederá cuando haga imposible la agricultura? Eso es lo que se están planteando.
Si te sorprendió lo que te contamos sobre el producto capaz de generar energía transparente, esta noticia te va a impresionar. ¿Te imaginas que empezáramos a salvaguardar lo más preciado que tenemos —los alimentos— para protegernos frente a las condiciones climatológicas más extremas? Pues a eso vamos.
En esta ocasión, queremos hacer un repaso por algunos proyectos que defienden blindar los nutrientes que nos da la tierra en forma de frutas, verduras, hortalizas o tubérculos. Suena catastrófico, pero algún día quizá sea necesario (y si no, que se lo digan a países como Tuvalu, hundido antes de 2050).
El primer búnker del fin del mundo, pensado ante el cambio climático
La pequeña y desconocida isla de Svalbard, situada en Noruega, es el lugar donde se encuentra el primer búnker (conocido) para el fin del mundo. Cuenta con más de medio millón de semillas diferentes, de todos los países de la Tierra y, por supuesto, todas las zonas climáticas que permiten la agricultura.
El objetivo es garantizar que, si un día sucede una catástrofe —en principio, climática, pero de cualquier tipo en general—, la humanidad pueda recuperar la agricultura para producir alimentos. Sin embargo, se acabó abriendo (parcialmente) en 2014 por la guerra de Siria.
Cuenta con una extensión de más de 1000 metros cuadrados distribuidos en tres almacenes, tornándose como el depósito de semillas más grande del planeta. Fue inaugurado en 2008 y su finalidad era proteger la biodiversidad de las especies de cultivo.
Es conocida popularmente como la «cámara del fin del mundo» porque tiene la capacidad de resistir terremotos, bombas y otros desastres. Se conoce oficialmente como el Banco Mundial de Semillas de Svalbard o Cámara Global de Semillas, un enorme almacén subterráneo de semillas de miles de plantas de cultivo del mundo.
El «banco de cultivos», otro proyecto que busca blindar los alimentos
El concepto es depositar “tu cosecha en el banco”. Se trata de una plataforma de bancos de productos poscosecha de África para que los agricultores almacenen, gestionen y moneticen sus productos. Actualmente, la cadena de suministro poscosecha de África está rota y a los agricultores les resulta difícil generar ingresos suficientes.
Uno de los motivos es que los agricultores están en zonas remotas y desconectadas. Este contexto, representa una pérdida significativa de productos, razón por que la que los profesionales del marketing deben vincular el precio al valor real y percibido del producto.
Ante la falta de ingresos y dificultad de llegar a los compradores, los agricultores entran en un estado de desesperación y se ven obligados a vender sus productos a precios muy reducidos. Además, su acceso al capital y crédito están limitados, por lo que no pueden utilizar sus productos de manera óptima para un rendimiento adecuado.
Ante este escenario, la innovadora plataforma propone disponibilidad de instalaciones de almacenamiento accesibles que crean vínculos entre los agricultores rurales y los compradores.
Las previsiones para el cambio climático, más negativas de las esperadas
Cumbre del Clima de Dubái, petromonarquía del Golfo Pérsico, año 2023: un globo terráqueo de plástico y una persona practicándole la RCP en un gesto simbólico. Al mismo tiempo, 100 Jefes de Estado llegando en más de 400 aviones privados, generando más contaminación que ciudades enteras.
Esta escena se repite todos los años, aunque en distintos lugares del globo. Una cuestión que nos lleva a preguntarnos: ¿qué sucederá cuando el calentamiento global haga imposible la agricultura en muchas regiones? Imagínate lo que sucedería en tres escenarios diferentes:
- Cambio de zona climática: por ejemplo, archipiélagos que eran subtropicales y pasan a ser tropicales).
- Inestabilidad por frecuencia de supertormentas: como sucede en el Caribe, pero en nuevos sitios.
- Sequía extrema: de este punto, poco tenemos que decirte, acércate a un embalse para que veas.
Como has podido ver, el cambio climático es preocupante, pero no solo desde el punto de vista del nivel del mar o la temperatura media. Sus consecuencias son tan graves, que la lista sería interminable, como hemos visto con estos búnkeres para la agricultura. Por suerte, también son las soluciones, como las primeras “frutas solares”.