Aunque el término “biochar” es relativamente nuevo, el uso de carbón vegetal para mejorar los suelos, tiene una larga historia que se remonta a las prácticas agrícolas de las civilizaciones precolombinas en la Amazonia.
Los pueblos indígenas de esta región producían un tipo de suelo fértil conocido como “terra preta” (tierra negra) mediante la adición de carbón vegetal y otros materiales orgánicos a la tierra. Este suelo era notablemente más fértil que el suelo circundante, lo que permitía una agricultura más productiva.
En el vaso del biochar que se fabrica en Carboliva se emplea el Hueso y la Pulpa de la Aceituna como materia prima y se ha conseguido en pruebas realizadas en plantaciones de tomates resultados realmente esperanzadores.
Biochar de hueso y pulpa de aceituna
Un ensayo realizado en el Centro Tecnológico Nacional de la Industria Auxiliar de la Agricultura, Fundación Tecnova, ha demostrado que los tomates cosechados en invernaderos mejoran e incrementan su producción tras tratarse con una enmienda orgánica de biocarbón que elabora la firma andaluza Carboliva con pulpa de aceituna.
El estudio se ha desarrollado en un invernadero de Almería durante 157 días y se han analizado los parámetros de cuatro grupos de 5 plantas con idénticas condiciones: la primera no tenía ningún tipo de enmienda, la segunda sólo se trató con estiércol, la tercera sólo con biochar, la cuarta con un 80% de estiércol y un 20 % de biochar y la quinta, con un 60 % de estiércol y un 40 % de biochar.
Durante el ensayo, que se ha desarrollado por pa rte de técnicos de Tecnova, se han analizado datos de clima en el interior del invernadero, crecimiento del cultivo, rendimiento del cultivo, concentración de nitratos en la solución del suelo, composición fisicoquímica del suelo, estado nutricional del cultivo y características fisicoquímicas de los frutos.
Mejores reultados en los cultivos
Las principales conclusiones a las que se ha llegado es que la mayoría de los parámetros analizados eran mejores en las plantas tratadas con biochar frente a las que no tenían ningún tipo de enmiendas orgánicas o las que sólo se abonaron con estiércol. Destaca el incremento de un 18 % del rendimiento por metro cuadrado en el peso de los tomates del quinto tratamiento, con un 60 % de estiércol y un 40 % de biochar, y de un 17 % en los tratados únicamente con biochar.
En cuanto a la salud del suelo, todos los indicadores son mejores en las plantas que recibieron la enmienda con biochar: menor concentración de nitratos, sales, sodio, cationes y aniones en la solución del suelo. Asimismo, presentaban mejoras notables en cuanto a retención de humedad, potenciándose especialmente en los tratamientos en los que se combinan biochar y estiércol.
Alvaro Espuny, CEO de Carboliva, pone de relieve que este estudio científico refrenda los beneficios del biochar para la agricultura por su capacidad de mejorar la salud del suelo y la nutrición de la planta, así como de aumentar la retención de la humedad.
“Tras la investigación del proyecto Soil O-Live, que demostró que los olivos tratados con biochar incrementan su producción entre un 7 y un 24 %, ahora vemos que otros cultivos como el tomate, tan presente en invernaderos de Almería o Murcia, también se pueden beneficiar de las bondades del biochar”, destaca Espuny.
Por último, recuerda que el biocarbón, además de aportar mayores rendimientos a las plantas, secuestra carbono, por lo que es un gran aliado del medio ambiente. Carboliva es la única empresa española que produce Biochar a partir de la biomasa del olivar, hueso y pulpa, por lo que no sólo aprovecha los subproductos del olivar sino que además le aportan numerosos beneficios a la agricultura y, como se ha indicado anteriormente, ayuda al medio ambiente. EFE / ECOticias.com
