Cuidar nuestro planeta no es una tarea fácil, sobre todo cuando se trata de gestionar nuestros residuos, pues muchas veces terminamos contaminando mucho más de lo que creemos y al parecer eso es lo que sucede con España, pues se está convirtiendo en un basurero, pero ¿Será que están produciendo demasiados residuos o habrá otro motivo?
La gestión de residuos: una meta muy compleja
Como sociedad tenemos una meta muy importante, avanzar hacia el desarrollo sostenible y para ello es importante gestionar de manera correcta nuestros residuos, pues de lo contrario la contaminación de nuestro planeta, será mucho peor.
La Unión Europea está trabajando constantemente en esta meta, por lo que la capacidad de cada país para manejar sus desechos y promover el reciclaje se considera un indicador clave de su compromiso ambiental, pero lamentablemente no todo ha salido de acuerdo a los planes.
Aunque se ha logrado avanzar bastante en estas metas, hay un país en particular donde las cosas se están saliendo de control: España, un país que siempre ha buscado posicionarse como un referente en el cuidado de nuestro planeta, pero en esta ocasión están causando el efecto contrario.
La triste realidad de España
Lamentablemente en vez de avanzar hacia los objetivos de reciclaje y reutilización, los datos del Ministerio de Transición Ecológica son bastante desmotivantes pues nos muestran que España está muy lejos de las metas de la Unión Europea.
En 2022, el país generó un total de 23 millones de toneladas de residuos municipales, una cifra ligeramente superior a la del año anterior y de esta enorme cantidad, solo se logró reciclar el 43,2%, un porcentaje que representa un ligero retroceso respecto al 43,7% de 2021.
La Unión Europea estableció el objetivo de alcanzar el 50% de reciclaje para 2020, una meta que España incumplió y la normativa actual exige que para 2025 el porcentaje haya llegado, al menos, al 55%, una cifra que parece cada vez más inalcanzable.
Pero ¿Qué sucede con todo lo que no se recicla? Pues básicamente acaba en los vertederos formando una enorme montaña de basura y todo indica que este problema no se solucionará en un corto plazo, mucho menos si seguimos a este ritmo.
Un residuo muy problemático
A los bajos niveles de reciclaje general se suma la preocupación por los envases de plástico, particularmente aquellos que van al contenedor amarillo, pues su reciclaje es muy complejo e incluso muchos lo consideran un gran engaño.
Un informe del propio Ministerio de Transición Ecológica reveló en noviembre pasado que solo se recoge el 41% de las botellas de plástico de un solo uso, lo que significa que se está incumpliendo gravemente el 70% exigido por la ley de residuos.
Un problema para la economía y para el planeta
Además del gran daño que los residuos causan en nuestro planeta, la gestión también tiene impactos a nivel económico, ya que la economía circular, un modelo impulsado por la Unión Europea, busca precisamente reducir la dependencia de materias primas y ahorrar dinero.
Básicamente, reciclar y reutilizar significa menos necesidad de extraer recursos naturales, menos emisiones de gases de efecto invernadero y una mayor seguridad en el suministro de materiales para la industria, pero lamentablemente España parece estar muy lejos de estos objetivos.
Por eso, revertir esta situación no es esta solo una obligación ambiental, sino una oportunidad económica y social. Del mismo modo que España ha logrado destacarse en energías renovables, ahora debe trabajar en la gestión de residuos antes de que sea tarde, para lo cual debe tomar medidas concretas que le permitan acercarse a la sostenibilidad, de lo contrario podría convertirse en el basurero europeo.