El mundo ha quedado sin palabras ante los planes de Gran Bretaña de oscurecer el planeta. Su objetivo no es otro que el de “apagar” el calentamiento global. Los combustibles fósiles son los eternos señalados por los ambientalistas como los causantes del cambio climático y el calentamiento global. Aunque han mostrado su eficiencia durante años, ahora se los ve como enemigos públicos, que han cimentado un insostenible sistema energético que pone en peligro al planeta y las especies que vivimos en él.
La solución que proponen los expertos es reemplazar los contaminantes fósiles por energías renovables y, aunque todavía hay mucho trabajo por hacer, ya se detectan cambios significativos. Un ejemplo claro es la noticia que llegó el año pasado desde Reino Unido. Se alzó como el primer país del G7 en despedirse del carbón. El año pasado, la última central eléctrica de carbón de Gran Bretaña, Ratcliffe-on-Soar, en Nottinghamshire, abandonó su actividad para siempre después de 57 años de operatividad.
Si bien aún hay muchos países que siguen usando el carbón como fuente de energía, fue un gran paso para Europa y para el mundo. En 1882, Thomas Edison abrió en Londres la primera central eléctrica del carbón del planeta, la del viaducto de Holborn. Desde ese momento, el carbón le aportó suministro a Gran Bretaña por más de un siglo, registrando incluso el 80% de la producción nacional eléctrica en la década de 1980. Ahora, Gran Bretaña mira hacia al futuro con una nueva perspectiva donde el calentamiento global se ve como un enemigo a erradicar.
El plan de Gran Bretaña para reducir el calentamiento global
Mientras España sufre las consecuencias del calentamiento global con una aridez climática nunca vista, Gran Bretaña toma acción con un plan que pretende reducir significativamente el calentamiento global.
Un grupo de científicos británicos planea liberar partículas a la atmósfera para reflejar la luz solar a intentar bajar el calentamiento global, basándose en principios parecidos a los de la erupción volcánica.
Según registra GB NEWS, Gran Bretaña pronto aprobará un proyecto de geoingeniería solar cuyo plan es desviar una discreta fracción de la energía solar que incide en la Tierra.
La propuesta, respaldada económicamente con 50 millones de libras esterlinas (alrededor de 58 millones de euros), vislumbra la liberación de partículas en la estratósfera para reflejar la luz solar y bajar la temperatura global.
Gran Bretaña quiere replicar el efecto de los volcanes
Este experimento se realizará tomando como base los efectos naturales que reportan las grandes erupciones volcánicas, como la registrada en el Monte Pinatubo en 1991.
Dicho acontecimiento logró bajar la temperatura media global en unos 0,5ºC durante más de un año por la dispersión de aerosoles de sulfato en la atmósfera.
El programa tiene a la cabeza a la Agencia de Investigación e Innovación Avanzada (Aria) de Reino Unido. Focalizará sus esfuerzos en ensayos a pequeña escala instruido bajo estrictos controles científicos.
La meta de estos experimentos es adquirir datos físicos reales que permitan analizan con la mayor precisión posible los efectos de la geoingeniería solar.
Los expertos incluirán un estudio que determine el impacto ambiental completo y una consulta previa a las comunidades locales que puedan verse afectadas por el proyecto. Además, se ha garantizado que el proceso no contemplará el uso de sustancias tóxicas.
Proyección del sistema con el sello de Gran Bretaña
Aunque la geoingeniería solar no corresponde a una solución tajante para el cambio climático, sí podría funcionar como una herramienta complementaria en emergencias climáticas.
Ayuda a ganar tiempo mientras los diferentes agentes del sector implantan políticas de descarbonización y proyectos renovables.
Reduce de forma temporal y controlada las temperaturas globales, previene punto de inflexión climáticos y brinda datos útiles para determinar estrategias de intervención climática seguras y efectivas.
El mundo permanece en vilo por los planes de Gran Bretaña. De funcionar satisfactoriamente, otros países podrían tomar su ejemplo, especialmente las zonas del planeta que podrían convertirse en inhabitables pronto.