“La nueva política impulsada por el gigante asiático llamada “Clean China” (China limpia) no solo repercute en las industrias nacionales, sino que también es una buena noticia, para los inversores bursátiles y las empresas japonesas.”
Los fabricantes equipos de automatización para las fábricas y de maquinaria de construcción, ya no son las únicas empresas japonesas beneficiadas por la demanda china. Los inversores japoneses se están apresurando a comprar acciones de aquellas compañías que pueden sacar tajada de los esfuerzos del gobierno de Beijín, para limpiar su Medio Ambiente.
Adiós a las fábricas contaminantes
Además de apoyar y ayudar a las compañías que emplean tecnologías verdes y generan productos ecológicos, el gobierno está combatiendo fuertemente, todo lo que implique contaminación. Los estándares a cumplir, para que una industria se considere “limpia” son cada vez más altos y ello ha generado ganancias inesperadas, para otros sectores.
Las grandes compañías que cotizan en bolsa han visto crecimientos sustantivos, en el costo de sus acciones, a medida que implementan nuevas tecnologías verdes y que las fábricas que más contaminaban van cerrando. La competencia hoy en día en China depende de cuán verde sea su producción.
China viene frenando desde hace ya un par de años la expansión y el crecimiento de todas las empresas, que no cumplen con su rígida legislación medioambiental, lo que beneficia a sus competidores. Ejemplo de ello es el de la fábrica de electrodos Showa Denko, que, al reducirse la competencia, ha crecido casi un 2% en el mercado bursátil.
A medida que el equilibrio que existe entre la oferta y la demanda se fue haciendo más estricto, Showa Denko, que se caracteriza por ser líder en aplicación de tecnologías verdes, logró elevar los precios de los electrodos de grafito que produce y que se emplean en los hornos eléctricos de las acerías.
La compañía tiene como meta aumentar el beneficio neto, hasta en un 71% anual (respecto a 2016) en lo que queda del 2017. Pero una encuesta de consenso, realizada entre analistas bursátiles que llevó a cabo el grupo Nikkei, apunta a que, gracias a la intervención de los inversionistas japoneses, el crecimiento podría ser aún mayor.
La industria del papel es otro de los sectores que disfruta de un beneficio adicional, gracias los esfuerzos medioambientales del país, puesto que, China ha decidido restringir las importaciones de papel usado. En su lugar, promueve la fabricación nacional de cartón corrugado y la compra del mismo, en el exterior.
Esta medida se tomó, con el fin evitar la producción de desechos líquidos, que provenían de fábricas que trabajaban con papel usado de baja calidad y ha repercutido en el mercado japonés del cartón corrugado, puesto que, las exportaciones a China han crecido de forma espectacular.
A por las tecnologías verdes
Lee Chi-woong, uno de los economistas senior, de la compañía Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, sostiene que, China se está tomando muy en serio sus metas anticontaminación y que los resultados medioambientales son tangibles, puesto que la resolución de este problema, tiene un impacto directo sobre la vida cotidiana de las personas.
Un proyecto de ley recientemente publicado responsabiliza claramente a los usuarios de la tierra, por el nivel de contaminación que padecen los suelos. Las nuevas políticas apuntan a que se deben implementar tecnologías verdes, para revertir los problemas medioambientales que experimenta el país.
Con ese fin, China está fomentando el desarrollo de este tipo de tecnologías y ayudando a los innovadores a que puedan llevar a cabo sus proyectos, ya sean nacionales como extranjeros. Toda ayuda es bienvenida, si promueve la limpieza del Medio Ambiente, dice Beijín.
