La salud del corazón es fundamental para asegurar un bienestar general y prevenir enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de hospitalización y de muerte en España, con más de 120.000 fallecimientos anuales.
Para prevenir estas enfermedades, es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya una alimentación saludable, actividad física regular, mantener un peso adecuado, dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano. Además, controlar el colesterol y la presión arterial, moderar el consumo de alcohol y gestionar el estrés son pasos clave para mantener un corazón sano.
Oliva, uva, ajo, romero y azafrán, los componentes activos de estos elementos de la dieta mediterránea son prometedores en el tratamiento de la aterosclerosis y reducen el riesgo de infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular
Una investigación iniciada a partir de un trabajo de fin de grado en la Universitat Autònoma de Barcelona, con la participación de personal investigador del Instituto de Neurociencias de la UAB (INc-UAB), de la Universitat de Barcelona y de instituciones cubanas y chilenas, ha dado como resultado una exhaustiva revisión bibliográfica de un grupo de plantas mediterráneas cuyos ingredientes activos aparecen reportados con acciones farmacológicas en el campo de las enfermedades cardiovasculares que más afectan a la población. El estudio se ha publicado en Food Bioscience.
Los problemas cardiovasculares son la principal causa de enfermedad y mortalidad a nivel mundial. Los extractos de plantas, ricos en compuestos bioactivos, han contribuido significativamente al desarrollo de medicamentos, ya que ofrecen potencial terapéutico para diversas de estas enfermedades. Sin embargo, su uso está limitado por posibles efectos secundarios, interacciones medicamentosas y la falta de evidencias científicas a partir de estudios preclínicos y clínicos de calidad.
Durante el curso 2023-24, el biólogo Mateu Anguera Tejedor llevó a cabo una importante contribución en este campo con su trabajo de fin de grado de Biología en la UAB, tutorizado por el entonces investigador posdoctoral del Instituto de Neurociencias de la UAB (INc-UAB) y actual profesor de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona René Delgado Hernández.
El estudio, publicado recientemente como artículo científico en la revista Food Bioscience, proporciona una descripción general de los mecanismos de acción y las evidencias preclínicas y clínicas, así como los efectos adversos de compuestos bioactivos esenciales derivados de un grupo de plantas mediterráneas seleccionadas, que se encuentran integradas en la dieta mediterránea.
Entre las especies analizadas se reportan seis plantas representativas y sus componentes activos mayoritarios:
El ajo (Allium sativum, con trisulfuro de dialilo, alicina y S-alilo [cisteína]), el arbusto espino blanco (Crataegus monogyna, con quercetina, apigenina y ácido clorogénico), el azafrán (Crocus sativus, con crocina y safranal), el olivo (Olea europaea, con ácido oleico, oleuropeína, hidroxitirosol y oleaceína), el romero (Salvia rosmarinus, con ácido rosmarínico y ácido carnósico) y la vid (Vitis vinifera, con resveratrol).
La revisión se centró en los mecanismos farmacológicos más importantes, entre los que destacan sus acciones antioxidantes, antiinflamatorias y vasodilatadoras, así como en la regulación del metabolismo de los lípidos, que pueden ser relevantes para afecciones como la aterosclerosis y la hipertensión. Los resultados muestran que estos componentes activos son prometedores en el tratamiento potencial de la aterosclerosis y podrían reducir el riesgo de infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular.
Además de resumir las evidencias científicas actuales, el estudio constituye una guía de referencia para investigaciones futuras, ya que identifica posibles lagunas de conocimiento y ofrece recomendaciones oportunas para diseñar estudios preclínicos y clínicos en este ámbito.
Las áreas clave para exploración futura incluyen la seguridad a largo plazo de estos compuestos, la evaluación de sus efectos sinérgicos cuando se consumen como parte de la dieta mediterránea y la necesidad de establecer protocolos estandarizados en entornos clínicos controlados. Al ampliar la base científica de estos remedios tradicionales, esta revisión puede ayudar a facilitar el camino para usarlos como ingredientes farmacéuticos activos en el desarrollo de futuros fitomedicamentos.