En los últimos años, el mercado de los complementos alimenticios ha crecido de manera exponencial, y los ‘milagrosos‘ tienen mucho peligro para nuestra salud. Cápsulas, batidos, gotas o polvos prometen resultados rápidos: perder peso sin esfuerzo, ganar masa muscular en días o mejorar la memoria de forma inmediata.
Sin embargo, detrás de muchos de estos productos se esconde una realidad preocupante: la falsa publicidad y los riesgos para la salud. Bajo la apariencia de ser “naturales” o “seguros”, algunos complementos alimenticios incluyen sustancias no autorizadas o dosis inadecuadas que pueden provocar efectos secundarios graves.
Además, muchos carecen de evidencia científica que respalde sus supuestos beneficios. Ningún producto por sí solo puede sustituir una dieta equilibrada ni un estilo de vida saludable.
Cuidado con ciertos complementos… que no son milagrosos
Para adelgazar, para fortalecer las defensas frente a los virus, para estimular tal o cual función… Muchas personas recurren de manera habitual a suplementos de distintos tipos, confiados en alegaciones que no tienen ningún fundamento científico o son directamente falsas. Pero, ¿qué se puede esperar realmente de estos productos?
El consumo de complementos alimenticios, a base de vitaminas, minerales, extractos de plantas, proteínas… no para de crecer. Según una reciente encuesta, 6 de cada 10 españoles han recurrido a alguno de estos suplementos en los últimos dos años.
Tomar este tipo de productos es aún más común entre los usuarios que no siguen una dieta convencional y entre los adultos más jóvenes (menores de 47 años).
Comparando esos datos con los de anteriores estudios, vemos que el consumo de esos complementos dietéticos ha aumentado: en 2021 era el 42% de los encuestados los que manifestaban haber consumido estos suplementos.
Los suplementos más comunes
Las vitaminas son el complemento más usado (por el 85% de los que consumen complementos), seguido de las proteínas (53%), los probióticos y los minerales. Casi la mitad de estos productos contienen extractos vegetales o hierbas, como el ginseng, el aloe vera y la soja.
Las razones más mencionadas por los usuarios que respondieron a la encuesta son que toman suplementos:
- Para sentirse con más energía y vitalidad (64%).
- Para compensar la falta de vitaminas (49%) y minerales (39%) en la dieta.
- Para reforzar el sistema inmunitario (47%).
- Para mejorar el rendimiento deportivo (30%).
Un dato llamativo es que nada menos que el 63% de los españoles encuestados confía en su eficacia. Y esto es así porque a menudo estos productos vienen «avalados», en su publicidad, en su etiquetado, por una serie de alegaciones de salud que en el mejor de los casos no están autorizadas (y por tanto recurrir a ellas es ilegal), o bien son directamente falsas.
En organizaciones de comsumidores combaten este tipo de productos con efectos presuntamente milagrosos, presentando denuncias, desmontando sus afirmaciones, y tenemos una clara postura al respecto.
Pero cada día surgen nuevos suplementos, el mercado se amplía constantemente e Internet y la posibilidad de la venta online aún ha complicado más las cosas. Sin embargo, consumir algunos de estos productos sin control puede causar problemas, y desde luego, confiar sin más en esas afirmaciones que esgrimen es caer en un engaño.
Desde estas entidades de consumidores piden la colaboración de todos los consumidores para acabar con las alegaciones ilegales en suplementos:
- Quieren que la atribución de propiedades saludables no autorizadas se considere una práctica comercial desleal y como tal sea perseguida.
- Piden que se publique la lista europea de alegaciones autorizadas para los complementos con sustancias botánicas, pendiente desde 2012.
- Quieren se implante un sistema nacional de nutrivigilancia para que los consumidores puedan notificar reacciones adversas relacionadas con estos complementos, como ya sucede en Francia o la República Checa.
- Quieren que se pongan en marcha campañas de información y divulgación para que la población tenga claro qué son estos suplementos, cuáles son sus efectos reales y sus riesgos.
- Buscan que se endurezca el procedimiento sancionador para quienes incumplen las normas: a día de hoy, jugar con tu salud les sale muy barato.
Las autoridades sanitarias y los profesionales de la salud alertan sobre el auge de los llamados “productos milagro”, especialmente aquellos promocionados en redes sociales o páginas web sin control. La desinformación y el marketing engañoso convierten a los consumidores en víctimas de promesas imposibles.
Por eso, es fundamental leer las etiquetas, verificar que el producto esté autorizado y consultar siempre con un profesional sanitario antes de consumir cualquier suplemento. Decir “stop” a los productos milagrosos es apostar por la salud informada y segura, basada en la ciencia y no en las falsas promesas del mercado. ECOticias.com














