El cambio de horario que se ha llevado a cabo recientemente en nuestro país sigue despertando debates al respecto, ya que la opinión está dividida entre los que apuestan por derogar esta medida y los que sostienen que es necesaria y saludable.
El fin de semana pasado pasamos del horario de verano al de invierno, esto implica que se ‘restó’ una hora a nuestra rutina diaria, lo que para muchas personas resulta un inconveniente y para otras una forma de aprovechar para tener más horas de luz.
Este cambio por ahora se mantendrá hasta 2026, pero es importante saber qué tiene de beneficioso una y otra opción y cuáles son las medidas que se pueden tomar, si se sufren consecuencias negativas cuando se dan estas actualizaciones horarias.
¿Horario de verano u horario de invierno?
Este fin de semana, una vez más, cambió la hora: en la madrugada de domingo 26 de octubre atrasamos el reloj y a las 3 h en realidad eran las 2 h. Dormimos una hora más… y vimos como desde esa misma tarde anochecía más temprano.
Cada vez son más los que quieren acabar con el cambio de hora dos veces al año (el último que se ha pronunciado en esta línea es el Presidente del Gobierno). Hace años se tomó una decisión y el Parlamento Europeo fijó la supresión del cambio horario en 2021, pero ese momento debió posponerse por diversas circunstancias… y así seguimos, adelantando y atrasando el reloj.
El cambio estacional de hora se mantendrá de momento hasta 2026, pero una vez se decida acabar con el cambio, se planteará la gran polémica: ¿qué horario elegir? Esa es la cuestión.
España prefiere el horario de verano
España (salvo Canarias) está en el mismo huso horario de Francia y Alemania, una hora más que Portugal y Reino Unido. Es el Horario Central Europeo (CET) que equivale al Tiempo Universal Coordinado (UTC) más una hora, UTC +1. Pero en verano, con el cambio de hora, que en España empezó a aplicarse en 1974, el horario en vigor es el Horario Central Europeo de Verano (CEST), que equivale al Tiempo Universal Coordinado (UTC) más dos horas, UTC+2. Este cambio está regulado por la Directiva 2000/84.
Una encuesta reflejó hace un tiempo que la mayoría de los españoles (70%) prefiere el horario de verano. Sin embargo, en España, los expertos recomiendan el horario de invierno. La comisión de personas expertas para el estudio de la reforma de la hora oficial en España, en su informe conocido hace algunos años propuso no realizar ningún cambio precipitado en los husos horarios hasta que no haya un consenso compartido y una difusión práctica a la ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta.
¿Qué horario es mejor?
La decisión es difícil porque según la estación del año nos acoplamos mejor en un huso u otro y con unos países u otros: en primavera y otoño, por la orientación del eje de la tierra durante los equinoccios, encajamos con Portugal y Reino Unido (el meridiano de Greenwich pasa por Zaragoza), mientras que, en invierno, en España, amanece a la vez que en Francia y Alemania (aunque estemos más al oeste, ellos están más al norte y esas diferencias se compensan) y en verano anochece a un tiempo similar.
Beneficios del horario de invierno
- La hora de amanecer llega antes, y eso es importante en invierno, cuando el sol sale más tarde.
- La actividad diaria se desplaza más hacia la mañana.
- Se ajustan los horarios a la luz solar, con lo que se favorece la conciliación y se dispone de más horas de sueño.
Beneficios del horario de verano
- Las tardes se alargan, hay más “día”…
- Anochece más tarde, lo que da algo más de margen para hacer determinadas actividades, sobre todo al aire libre.
- Otras actividades comerciales y turísticas se ven favorecidas porque anochezca más tarde.
¿Qué incidencia tiene el cambio de hora?
En cualquier caso, dejando a un lado los criterios económicos, de sostenibilidad o de consumo energético con los que se justifica el adelanto o el atraso del reloj dos veces al año, en la madrugada del 25 al 26 de octubre, todos los europeos deberemos atrasar una hora nuestros relojes: a las 03:00 horas serán las 02:00 (en Canarias, a las 2:00 del domingo 26 será la 1:00).
Lo cierto es que este cambio de hora puede suponer para nuestro organismo un ligero desajuste, que normalmente no tiene consecuencias para la salud. Ese desajuste entre nuestro ritmo biológico interno y la distinta exposición a la luz natural se resuelve espontáneamente. Aun así, de manera transitoria, hay personas que pueden sufrir alteraciones del estado de ánimo. En algunos casos (quien sufra migrañas, por ejemplo) también sentirán cambios en la frecuencia e intensidad de los síntomas.
¿Cómo dormir bien aunque cambie la hora?
Para evitar problemas con el cambio horario y ya de paso estar más sano, basta seguir estos consejos:
- Procura mantener un horario regular de sueño: acuéstate y levántate siempre a una hora parecida (también en fines de semana).
- Duerme las horas que necesites para estar fresco durante el día: ni más ni menos.
- Si eres aficionado a las siestas, ten en cuenta que son mejores las que duran 20 minutos o menos.
- Haz ejercicio regularmente, pero nunca justo antes de meterte en la cama o te costará conciliar el sueño.
- No consumas bebidas estimulantes (café, té, refrescos de cola, alcohol…) en las 4-6 horas anteriores al momento de acostarte.
- No cenes demasiado: es mejor una cena ligera al menos 2 horas antes de dormir.
- Prepara un ambiente de sueño apropiado: oscuro, silencioso, de temperatura agradable y bien ventilado.
- Descansa sobre un colchón cómodo: ni muy rígido ni muy blando.
- Si tienes problemas para conciliar el sueño, no lo fuerces: evita mirar el reloj, vete a otra habitación y relájate(por ejemplo, leyendo) hasta que te pesen los párpados.
- En el mercado hay diversos productos para dormir, plantas medicinales, medicamentos, suplementos… que puedes adquirir sin necesidad de receta médica.
El desajuste que provoca el cambio horario es en general bastante inocuo para la mayoría de las personas, no obstante los hay más sensibles que otros, por lo que estas son las personas que necesitan un tiempo ‘extra’ para adaptarse a las nuevas circunstancias.
Es bueno poner en práctica algunos de los consejos que os enumeramos unos párrafos antes, especialmente los que tienen que ver con buscar la mejor forma de descansar para que el cuerpo se logre acostumbrar a los cambios con rapidez y sin consecuencias. ECOticias.com














