Decepción histórica en España con este proyecto renovable: nos va a costar 6000 millones de litros de agua

Publicado el: 6 de abril de 2024
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El uso del agua en la generación de energía de este proyecto renovable es un aspecto crucial pero a menudo pasado por alto en la discusión sobre la sostenibilidad energética. Si bien es fácil asociar la producción eléctrica con plantas hidroeléctricas o centrales nucleares, la realidad es que el consumo de agua en este sector es mucho más amplio y diverso.

La multifacética utilización del agua en este proyecto renovable

Desde el enfriamiento de reactores nucleares hasta el riego de cultivos para biocombustibles, el agua desempeña un papel fundamental en la generación de electricidad y en diversos procesos industriales. Los embalses, utilizados en la energía hidroeléctrica, pueden perder agua por evaporación, al igual que las centrales nucleares al utilizar agua para enfriar sus ciclos.



Por otro lado, los biocombustibles también requieren agua para los cultivos de los que se extraen, y el proceso de extracción de hidrocarburos también necesita agua en varias etapas. En la producción de energía solar, el agua se utiliza en la limpieza de paneles fotovoltaicos, mientras que en la generación de energía eólica, se emplea en la fabricación y mantenimiento de turbinas.

Incluso, en la producción de energía termosolar, se utiliza agua en los sistemas de almacenamiento térmico. En resumen, el agua es esencial en múltiples aspectos de la generación de energía y su disponibilidad y gestión adecuadas son cruciales para garantizar la sostenibilidad de estos procesos.



Según las estimaciones detalladas por la Agencia Internacional de Energía (AIE), un impresionante volumen de aproximadamente 55.000 millones de metros cúbicos de agua se destina anualmente para la obtención de energía en diversas formas y procesos industriales.

Este es el consumo de agua en diferentes sectores energéticos

Cuando pensamos en el agua y su papel en la generación de electricidad, es interesante notar cómo diferentes tipos de energía requieren distintas cantidades de este recurso. Según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), la mayor cantidad de agua se utiliza en la producción de electricidad a partir de combustibles fósiles, seguida por la energía nuclear y las fuentes renovables.

Para entender mejor esta relación entre agua y energía, un informe del Centro Común de Investigación (JRC) europeo del año 2016 nos proporciona información útil. Por ejemplo, un proyecto renovable como los embalses hidroeléctricos destacan como los mayores consumidores de agua. Después de ellos, los biocombustibles como el bioetanol y el biodiesel de primera generación, así como la madera, también requieren una cantidad significativa.

Este informe no se limita a la producción de electricidad, sino que también compara el uso del agua en el sector energético con otros sectores, como la agricultura y el suministro de agua para las ciudades. Sorprendentemente, el sector ganadero y pesquero encabeza la lista como el mayor consumidor del recurso natural, seguido por la agricultura.

Otro proyecto renovable como la obtención de madera para uso como combustible y, en cuarto lugar, los biocombustibles, también tienen un impacto importante en el uso del agua. En comparación, los combustibles fósiles, la energía nuclear, las fuentes renovables y el suministro para las ciudades utilizan cantidades menores de agua.

El dilema en la producción de energía: esto sucede con el agua utilizada

En un estudio reciente en España, un grupo de investigadores se sumergió en el tema del uso del agua en la producción de energía durante una prolongada sequía. Descubrieron que los biocombustibles, aunque solo representan el 2,2% de la energía producida, están consumiendo desmesuradamente el 65% del agua disponible. Esta revelación provocó una profunda reflexión sobre la importancia de equilibrar nuestras necesidades energéticas con la conservación del agua.

Por otro lado, la energía eólica emergió como una opción más amigable con el agua, utilizando menos del 0,01% del recurso, a pesar de su importante contribución a la energía total. Estos contrastes ponen de relieve la necesidad de tomar decisiones más conscientes y sostenibles en cuanto a nuestras fuentes de energía.

En resumen, el estudio destaca que, aunque los biocombustibles contribuyen solo modestamente a la energía total, consumen una gran cantidad de agua, mientras que la energía eólica, a pesar de su mayor contribución a la energía, utiliza muy poca agua en comparación.