Los trastornos de la conducta alimentaria como bulimia y anorexia atraen mucho la atención del público porque se percibe como una conducta contranatural y con mucha especulación alrededor del tema y los datos.
Es licenciada en Medicina de Familia y colegiada en ICOMEM España, además de experta en Trastornos del Comportamiento Alimentario. Ha cursado estudios de posgrado en Medicina Holística y Preventiva en diferentes países y ha aprendido diversos métodos de tratamientos integrales en ámbitos internacionales. En la actualidad dirige su centro y consulta privada en Madrid e imparte conferencias y cursos por todaEspaña. Experta en la combinación de las dos medicinas, lucha por un paciente consciente bien informado y responsable. Es autora de los libros:Inteligencia digestiva, Salud pura, Inteligencia digestiva para niños, publicados con éxito por la editorial Esfera de los Libros. Esta entrevista se publicará en el próximo monográfico de la revista «The Ecologist», titulado “Enfermedades mentales I”.
-La letalidad de losTrastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es la más alta entre las detectadas por trastornos psiquiátricos. ¿Por qué?
-Los trastornos de la conducta alimentaria como bulimia y anorexia atraen mucho la atención del público porque se percibe como una conducta contranatural y con mucha especulación alrededor del tema y los datos. No estoy familiarizada con lo que refiere sobre la letalidad de éstos, pero sé que el 40% de los casos de anorexia y bulimia no responden al tratamiento que la sanidad ofrece actualmente y el problema se hace crónico. El 15% de los pacientes muere por anorexia y solo un restante 45% mejora sus condiciones, pero no hay estudios que hagan referencia al concepto de curación hasta ahora.
-¿La anorexia/bulimia y la ingesta compulsiva existían en otros tiempos pasados?
-Sí, el caso más conocido de anorexia es el de Juana de Arco, que practicaba ayunos y restricción alimentaria prolongados; y, según algunos historiadores, ello le comportaba estados de euforia y le generaba alucinaciones. Hay datos que dicen que Luis XIV de Francia, llamado el “Rey de Sol”, tenía conducta compulsiva, se atracaba en las comidas después de las cuales le asistían provocándole vómitos y poniéndole múltiples enemas.
SOCIEDADES OPULENTAS
-¿Es una enfermedad de las sociedades opulentas y/o de países desarrollados o también se da en otras sociedades?
-Sí, así es, es una enfermedad de sociedades opulentas. Siendo un problema mental y psicológico es posible que esté presente en otras sociedades pero la cuestión es si está en el foco de atención sanitario y social. En ámbitos más nativos se consideraban los atracones y vómitos como una posesión o como si uno estuviese endemoniado e impulsado por una oscura fuerza y quizás en otras sociedades lo tratan de otra manera poniendo otro nombre y apellido al mismo trastorno, es un buen tema para investigar.
-Los TCA están vinculados de forma rotunda al sexo femenino y a la adolescencia. ¿Desde hace pocos años se están dando muchos más casos de adolescentes masculinos y personas no tan jóvenes? Si es cierto, ¿por qué?
-Es cierto, el canon de estética basado en la delgadez se ha trasferido en los últimos años a la imagen masculina. Las tallas de moda para hombre se han hecho más pequeñas para privar de una musculatura potente y parecerse al bello sexo y tener medidas reducidas, muy delgado, demacrado. La delgadez extrema se corresponde al mundo del estilismo, espectáculo, al de los personajes famosos, como si fuese un atributo necesario para lograr un éxito y parece que el mantenimiento de esta iconografía se ve apreciada por la sociedad, casi como si se tratase de una virtud y no de una enfermedad.
UN EQUIPO MULTIDISCIPLINAR
-La bulimia y la anorexia son enfermedades de carácter psiquiátrico. ¿Los pacientes que sufren esta enfermedad se pueden curar con métodos completamente naturales? ¿O siempre es necesario que una parte del tratamiento sea farmacológico?
–La anorexia es un trastorno psiquiátrico que debe ser supervisado por especialistas y, quizás, el tratamiento con psicofármacos es hoy por hoy imprescindible. Sin embargo, bulimia y trastornos alimentarios compulsivos mezclados… más bien corresponden al campo de la psicología clínica y de hecho responden muy bien a tratamientos carentes de fármacos. Sí creo que estas enfermedades se pueden curar con métodos naturales, siempre con un trabajo de equipo profesional multidisciplinar y muy personalizado. Desde mi punto de vista desde el principio es importante aplicar los suplementos que devuelven hambre a las anoréxicas o dan sensación de saciedad a las bulímicas.
-¿Estas enfermedades dejan secuelas? ¿Cuáles son?
–Ya hemos hablado de que los trastornos del comportamiento alimentario suelen sufrirse, complicarse y persistir durante años por lo cual eso provoca disfunciones orgánicas y psicológicas profundas. Aquí podemos hablar sobre la problemática afectivo- relacional y también problemas importantes del funcionamiento del sistema digestivo e inmunológico. También a menudo observamos problemas metabólicos y hormonales.
LA ORTOREXIA
-¿Después de sufrir alguna de estas enfermedades se puede padecer ortorexia? ¿Qué es exactamente?
-Ortorexia es un trastorno obsesivo hacia el consumo de comidas saludables, de alta calidad, ecológicas etc. Cuando se convierte en una obsesión, en un trastorno paranoide. La ortorexia la puede padecer cualquier persona y no necesariamente convaleciente de anorexia o bulimia; mucha gente tiene tendencia ortoréxica por intentar cuidarse o por desorientación en el mar de información sobre comidas saludables que entra por los medios de comunicación. Volviendo a la anorexia y la bulimia, recordamos que ambas se caracterizan por una relación muy emocional de amor odio a cualquier comida, sin fijarse en la calidad.
LA PUBLICIDAD
-¿Qué tiene que ver el mundo del marketing, la publicidad, la obsesión por la imagen… en la propagación de enfermedades como las citadas?
-Con respecto a los trastornos de conducta alimentaria, en los últimos tiempos han florecido miles de teorías orientadas a explicar este fenómeno social, culpando mucho a la prensa, marketing, publicidad, internet… y todo tiene su parte de razón. No veo aplicación práctica en estas teorías puesto que no podemos cambiar la dinámica y evolución de la sociedad moderna y tampoco aislar a las personas que padecen TCA del mundo en el que viven. Hay que tener en cuenta que son pocos los que están especialmente sensibles y sugestionables y tienen en el fondo un problema psicoemocional profundo, personal, familiar. Desde el que hay que apuntar.
Silvia Carrero
OTRAS ENFERMEDADES «GASTROINTESTINALES»
NUESTROS DOS CEREBROS
-¿Qué otras enfermedades “gastrointestinales” podrían estar asociadas a enfermedades mentales?
-En realidad toda la patología del aparato digestivo influye a nuestro estado psicoemocional, rendimiento mental, cognitivo y viceversa. Hay un vínculo muy fuerte entre nuestros dos cerebros. Tanto en gastroenterología como en psicología clínica tenemos patrones de personalidad y de patología bastante determinados y sabemos que muchas decisiones se toman desde la tripa. Desarrollo este tema en mi libro Inteligencia digestiva.