La espelta ecológica (Triticum spelta) es un grano muy antiguo que no debe ser confundido con el trigo común (Triticum sativum). Si bien es un miembro de la misma familia que el centeno, la cebada o la avena, en realidad es una especie totalmente diferente.
Historia y orígenes
La espelta ecológica tiene unos 9000 años de antigüedad. Hay pruebas de que fue cultivada por antiguas civilizaciones de Europa y Oriente Medio durante miles de años. Se la menciona en el Antiguo Testamento y en diversos textos romanos y latinos.
En muchas excavaciones que datan de la Edad de Piedra, tanto en Europa continental, como en el Reino Unido, se han encontrado granos de espelta en distintos grados de molienda y hasta petrificados.
Fue muy popular, especialmente en Europa del Este, hasta el final del siglo XIX. Tanto que en ciertas regiones alemanas, los registros del año 1850 explicitan que el 94% de la superficie de cultivo de cereales estaba destinada a la espelta y el resto al trigo común.
La rápida caída en desgracia de este cereal se debió a la evolución de la agricultura moderna. Una vez que se introdujeron cosechadoras combinadas, que podían recolectar el trigo común en un único proceso, la espelta se quedó sin posibilidades de competir.
Esto se debe a que cada grano de espelta ecológica está cubierto por una cáscara exterior más dura que la del trigo. Que requiere su eliminación en un procedimiento adicional, antes de que el grano se puede moler y transformarse en harina.
Cualidades de la espelta ecológica
La espelta ecológica es por naturaleza un alimento completo. A diferencia del trigo, donde el salvado y el germen que son sus nutrientes esenciales se retiran durante la molienda, las sustancias más vitales e importantes de la espelta se encuentran dentro del núcleo del grano.
Debido a la alta solubilidad en agua de la espelta ecológica, las sustancias vitales del grano pueden ser absorbidas rápidamente a nivel corporal. Por lo que los nutrientes son puestos a disposición de todo el organismo con un mínimo de trabajo digestivo.
La espelta ecológica contiene más proteínas, grasas y fibra cruda que el trigo, además de poseer grandes cantidades de vitamina B17 (anti-carcinoma). También contiene hidratos de carbono especiales, que desempeñan un papel decisivo en la coagulación de la sangre y estimulan el sistema inmune del cuerpo, a fin de aumentar su resistencia a las enfermedades.
El contenido proteico es significativamente mayor, ya que la cantidad de Aminoácidos esenciales (los que el cuerpo no es capaz de producir) también difiere entre la espelta y el trigo. De hecho, la primera contiene más cistina, isoleucina, leucina, metionina, fenilalanina y triptófano.
Con la espelta ecológica se puede fabricar un pan muy ligero, de alto valor nutritivo, con un atractivo sabor a nuez, de textura suave, con buenas cualidades de conservación y que no deja migas cuando se lo corta.
Beneficios para la salud
Esta es una lista de algunos de los beneficios que puede aportar al cuerpo una dieta balanceada que contenga una cantidad de espelta ecológica significativa. Se aconseja consultar al médico antes de consumirla, especialmente en caso de padecer algún grado de celiaquismo.
- Interviene en la producción de anticuerpos, hormonas y enzimas.
- Promueve la eficiencia del sistema inmunológico.
- Fortalece las arterias y el corazón reduciendo los espasmos.
- Ayuda a bajar el colesterol.
- Reduce la inflamación articular.
- Minimiza los niveles de grasa hepática.
- Mejora la digestión y el funcionamiento del tracto intestinal.
- Protege los riñones.
- Combate la irritación de la vejiga
- Fortalece el cabello, la piel y evita alteraciones de las uñas.
- Fomenta la absorción de calcio.
- Interviene en formación del colágeno.
- Ayuda a reducir el estrés y la depresión.
- Mejora la memoria.
- Alivia las migrañas.
- Es versátil a la hora de utilizarla.
Beneficios ambientales
La espelta ecológica es una planta que no erosiona los suelos como las plantaciones modernas. Por lo tanto, es un cultivo más sostenible a largo plazo. Además, es de los más eficaces a la hora de crecer sin depender de la aplicación químicos de ningún tipo e incluso en suelos relativamente pobres.
Es también muy resistente a las heladas y a otras condiciones climáticas adversas y extremas y la cáscara, excepcionalmente gruesa del grano, lo protege de algunos contaminantes medioambientales y de las plagas de los insectos.
Es un grano original, puro, que no ha sido biológicamente modificado de ninguna manera, completamente orgánico y ecológico, muy resistente a las enfermedades que a menudo atacan a las variedades modernas de cultivos. Y que crece con éxito sin la aplicación de herbicidas, pesticidas y/o fungicidas.
La espelta ecológica se almacena con la cáscara intacta, por lo que permanece más fresca durante mucho más tiempo que otros granos. Hay científicos que se han atrevido a afirmar que esta protección es tan fuerte, que aísla a la semilla prácticamente todo tipo de contaminantes, incluso de la lluvia radiactiva. Espelta: un cereal ecológico, duradero y nutritivo.