Debido al éxito creciente de este tipo de agricultura, las instituciones optaron por legislarla, recayendo sobre la misma una rigurosa y exigente normativa que, en el caso de Galicia, se remonta al año 1997.
Con motivo de la celebración, el pasado 5 de junio, del Día Mundial del Medio Ambiente, Sogama decidió aportar su pequeño grano de arena a esta efeméride con la organización de una jornada que materializó en sus dependencias de Cerceda (A Coruña) a fin de indagar en las posibilidades del compost doméstico en la agricultura ecológica. A la misma asistieron cerca de medio centenar de personas de distintos perfiles: concejales y técnicos municipales de medio ambiente, así como representantes de asociaciones, universitarios, profesores, empresarios y profesionales del sector.
CUIDADO DE LA SALUD Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Rafael Rivadulla, Director Técnico de la firma Agronovo, deleitó al público con una ponencia sobre la proyección actual de la agricultura ecológica en Galicia, definiéndola como un método que no presenta daños para el medio ambiente, toda vez que no puede utilizar productos químicos de síntesis y debe cumplir, entre otros, con una serie de parámetros vinculados al bienestar animal. Se trata, en todo caso, de un “sistema de producción agrario que busca conseguir alimento de la máxima calidad, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad del suelo mediante la utilización óptima de los recursos naturales y sin el empleo de productos químicos”.
Debido al éxito creciente de este tipo de agricultura, las instituciones optaron por legislarla, recayendo sobre la misma una rigurosa y exigente normativa que, en el caso de Galicia, se remonta al año 1997.
Si bien en la agricultura convencional está permitido el uso de químicos, como es el caso de los herbicidas y pesticidas, que pueden ocasionar serios daños ambientales, lo cierto es que en la ecológica prevalece la conservación del suelo, motivo por el cual no cabe utilizar cualquier elemento químico que corra el riesgo de resultar nocivo para el entorno.
Destacó dos razones básicas para el consumo de productos ecológicos: salud y medio ambiente, entendiendo como tales aquéllos que cumplen con una serie de parámetros regulados: prohibición de abonos artificiales y plaguicidas, así como el uso de adictivos y coadyuvantes, ausencia de transgénicos, conservación de la biodiversidad y un plus de bienestar animal, estando absolutamente controlados y reglamentados.
Desde la dimensión de la salud, Rivadulla apeló al famoso dicho “Somos lo que comemos”, refiriéndose a que, si tenemos en cuenta que la media de vida de los hombres está en 81 años y la de las mujeres en 86, desde que somos seres unicelulares hasta que fallecemos, comemos, en condiciones normales, una cantidad de 44.895 kilos, que viene a representar 616 veces nuestro peso.
Desde la perspectiva medioambiental, recordó que en el mundo se viene desperdiciando un tercio de los alimentos consumidos, circunstancia que trae consigo un importante impacto sobre el entorno.
CRAEGA
El Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia, CRAEGA (www.craega.com), situado en Monforte de Lemos (Lugo) y tutelado administrativamente por la Consellería de Medio Rural e do Mar, tiene como función asignada la difusión del conocimiento y la promoción de la agricultura ecológica, asumiendo el control del sistema productivo en Galicia conforme a la normativa de la Unión Europea.
No obstante, el portavoz de Agronovo advirtió que la caza y la pesca no se pueden certificar porque no resulta factible controlar la alimentación de los animales. “Es muy difícil catalogar el pescado como un producto ecológico por la presencia de materiales contaminantes en los mares (plásticos, botellas y otro tipo de residuos)”, a lo que añadió que “un pescado, por muy fresco que parezca, no se puede asegurar que sea ecológico, ya que posiblemente haya estado en contacto con los desechos arrojados a los océanos”.
Respecto a los establecimientos comerciales adscritos al CRAEGA, se refirió a 9 en la provincia de A Coruña, 13 en la de Lugo, 8 en la de Ourense y 8 en la provincia de Pontevedra.
Aunque la superficie comercial centrada en la agricultura ecológica creció en Lugo y Ourense, por el contrario disminuyó en A Coruña y Pontevedra, suponiendo, a pesar de todo, un incremento del volumen de negocio de un 20,48 por ciento durante el período 2013-2014.
LOS DATOS
Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el marco del mercado mundial de productos ecológicos, Estados Unidos se posiciona en primer lugar (44 por ciento), seguido por Alemania (14 por ciento), Francia (8 por ciento), Canadá y Reino Unido (4 por ciento), Italia (3,60 por ciento), Suiza (3,50 por ciento), Austria (2,20 por ciento) y España (2 por ciento), siendo Andalucía la región de mayor producción en la Unión Europea.
También según el MAGRAMA, en la estructura del consumo de productos ecológicos, cabría señalar las hortalizas, frutas, legumbres y frutos secos (40 por ciento), aceite (12 por ciento), vino (8 por ciento), carne y derivados (7 por ciento), panadería y bollería (5 por ciento), leche y derivados (4 por ciento), huevos (4 por ciento), alimentación infantil (2 por ciento) y resto de productos (18 por ciento).
“En Galicia, aunque estamos bien posicionados a nivel de producción, el consumo de productos ecológicos es bajo, por lo que la exportación está siguiendo una línea ascendente”, concluyó Rivadulla.