Para dar comienzo a esta semana, os traemos una receta extraída del blog de recetas de Amandín. ¿Te animas a prepararla
Esta receta es del último taller que hizo nuestra amiga y colaboradora Adriana Ortemberg en Veritas con motivo de la Quincena vegana. Para elaborarla utilizó nuestro Caldo eco Genmai Miso.
Una base de nuestro delicioso caldo Genmai miso, con verduras y algún que otro ingrediente muy utilizado en la cocina oriental.
Es una sopa perfecta para el invierno, o sea, para los días de frío. Y es que, como nos cuenta Adriana, los vegetales de raíz como son la remolacha o las zanahorias son ideales para combatir el frío. Nos nutren y refuerzan nuestra energía.
La remolacha o betabel es una raíz grande y carnosa que crece en la planta del mismo nombre. Su cultivo es muy antiguo. Las antiguas civilizaciones tan sólo consumían las hojas; la raíz se utilizaba tan sólo como medicamento para combatir los dolores de muelas y de cabeza. Se sabe también que los romanos consumían esta raíz, pero no fue hasta el siglo XVI cuando se introdujo de nuevo en la dieta, concretamente de los ingleses y los alemanes.
En la actualidad, el cultivo de la remolacha está muy extendido, en especial en Europa. Francia e Italia son los principales productores de esta raíz.
Ingredientes
- 100 g Remolacha cruda
- 100 g Zanahorias
- 50 g Cebolla
- 2 c/g Aceite de coco
- 300 ml Caldo Genmai miso eco Amandín
- 50 ml Agua
- 1 g Raíz de cúrcuma
Pasos a seguir
Paso 1
Pelar las remolachas y la cebolla. Raspar o cepillar las zanahorias. Cortar todas las hortalizas en trocitos.
Paso 2
Rehogar en una cacerola, con una pizca de sal y el aceite de coco, a fuego medio/fuerte unos 5 minutos. Tapar y seguir la cocción a fuego medio hasta que las hortalizas estén tiernas.
Paso 3
Añadir el caldo de miso, el agua, la raíz de cúrcuma y triturar hasta tener una crema fina.
Paso 4
Servir con unos picos o galletas sin gluten rotas y unas semillas tostadas. También se pueden asar las hortalizas al horno, para tener un sabor más concentrado.