Llegan desde Arbo. Hacen unos magníficos vinos Albariño con D.O. Rías Baixas. Bajo dos marcas: Xangall y Lar dos Soños. Les encanta cultivar en ecológico y biodinámico. Sienten y viven con profundidad lo que hacen.
Mª Begoña Troncoso es una de las personas que está al frente de Bodegas Troncoso/Xangall. Estuvo en BioCultura Madrid para, bajo el paraguas del CRAEGA, el comité certificador gallego, dar a conocer los vinos de su producción en la capital de estado.
Llegan desde Arbo. Hacen unos magníficos vinos Albariño con D.O. Rías Baixas. Bajo dos marcas: Xangall y Lar dos Soños. Les encanta cultivar en ecológico y biodinámico. Sienten y viven con profundidad lo que hacen.
-¿Nos puedes explicar desde cuándo os dedicáis a la producción de vino en ecológico?
-Desde siempre, la familia de mi marido se ha dedicado a la producción de vino de la manera más natural y tradicional posible. A partir de 2006, mi marido y yo cogimos las riendas de la empresa familiar y ya dimos el paso a la certificación.
LA TIERRA
-¿Nos puedes hablar de las características organolépticas que tienen vuestros vinos?
-Tienen más cuerpo. Los vinos ecológicos expresan muy bien el terruño. Son vinos muy minerales. En ellos se aprecia una forma de cultivar la vid muy respetuosa con la Naturaleza.
-¿Es más difícil producir vino en ecológico?
-Sí, efectivamente. Y, más aún, con el cambio climático. Ahora hay más humedad y hace aparecer el mildiu, que lo complica todo. Lo combatimos con extractos de plantas de la propia finca y bajas dosis de cobre.
LOS CONSUMIDORES
-¿A quién le gusta consumir vino ecológico?
-En el mercado europeo y americano nuestros vinos son muy apreciados. En España no se les da el valor que requieren. Sólo se mira el precio y no lo que hay detrás. Estamos en BioCultura porque creemos que es muy importante aumentar el consumo interno de los productos ecológicos gallegos. Nuestra ilusión es que estos vinos se acaben vendiendo íntegramente en el mercado autonómico-nacional.
-En ese sentido, te parecerá una buena noticia que ya exista BioCultura en A Coruña… ¿no?
-Sí. Es fantástico. Pienso que va a ayudar mucho a que se consuma más en el interior este tipo de productos. Los consumidores conocen por vía directa a los productores en BioCultura y esto crea unas fidelidades muy interesantes. Estos lazos que se crean en la feria son muy bonitos y muy necesarios. El producto nuestro hay que empezar a valorarlo como se merece. No se puede amar lo que no se conoce.
AL ALZA
-¿Cómo ves el sector ecológico en Galicia y, en general, en España?
-Va a ir a más. No me cabe ninguna duda. Es el futuro. A ello ayuda mucho el hecho de que muchos jóvenes se están subiendo al carro. La gente joven es muy consciente de que tenemos que empezar a cambiar las cosas nosotros mismos. Los políticos siempre irán detrás nuestro en esto y en muchas otras cosas. Esta bocanada de aire fresco que para el sector representa toda esta gente joven… va a ayudar mucho a nuestro sector. Especialmente en Galicia, donde muchos jóvenes están volviendo al campo.
-Háblame del tema de los incendios… ¿Os han afectado?
-El año pasado, sí. Nos afectaron muy gravemente. Todavía nos estamos reponiendo en todos los sentidos. Y, especialmente, en el sentido psicológico. Los incendios son devastadores y han hecho mucho daño, tanto física como emocionalmente.
-¿Cómo fue que un día decidisteis pasaros al mundo “bio”?
-MI suegro, como ya he dicho, era un hombre muy avanzado a su época. Jamás utilizó herbicidas. Trabajaba con cobre. Fue en una charla sobre cultivos ecológicos que dije: “Esto es lo mío”. E hice varios cursos para aprender a hacer vino según la biodinámica. Tenemos 15 mil metros cuadrados para cultivar y hacemos 4.000 botellas al año. En Galicia, las explotaciones son pequeñas y esto complica el asunto en el terreno de lo económico. La buena noticia es que, al ser fincas pequeñas, en ellas todo se hace de forma muy cuidada. Esto aporta una gran calidad a los productos, sean del género que sean. En Galicia, y en lo ecológico, particularmente, todo es muy artesanal.