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jueves, marzo 30, 2023

MACROBIÓTICA Tiempos modernos

La macrobiótica no es exclusivamente una dieta, un régimen. Es un estilo de vida que tiene como objetivo último ayudarnos a desarrollar nuestro potencial humano, a dejarnos guiar por la leyes de la naturaleza desde un punto de vista biológico

Hace años, nadie sabía qué era eso de la macrobiótica. Hoy, causa furor en determinados círculos. En BioCultura Madrid, Diana López Iriarte introducirá a los asistentes al interesante mundo de la macrobiótica, una forma de comer que es toda una filosofía, o, mejor aún, una ecosofía. Una de las citas con la macrobiótica en la feria es el viernes 15 de noviembre, a las 11h, en la Sala N 108.

La macrobiótica no es exclusivamente una dieta, un régimen. Es un estilo de vida que tiene como objetivo último ayudarnos a desarrollar nuestro potencial humano, a dejarnos guiar por la leyes de la naturaleza desde un punto de vista biológico (a través de la alimentación), ecológico, social y espiritual (tratando a los otros con amor y comprensión, y asumiendo nuestra responsabilidad como un pequeño eslabón de una gran cadena de seres y fenómenos). 

El origen es la palabra griega “Macro – Grande” y “Bios – Vida”. Y no significa sólo “Gran vida”. También… la capacidad de vivir de una forma grandiosa y magnífica. A ese nivel, la alimentación es importante, esencial, porque nos da la base biológica, la salud para disfrutar la vida en todo su esplendor. Y para tener sensibilidad con lo que nos rodea. Nosotros somos literalmente lo que comemos. Los alimentos crean nuestra sangre, que va a nutrir las células, los órganos, el cerebro. Sin alimentos, la vida no es posible.

HIPÓCRATES 
La palabra “macrobiótica” fue utilizada por filósofos griegos como Hipócrates. En el siglo XVIII por un profesor de medicina alemán, médico personal de Goethe, llamado Christoph Von Hufeland que escribió un libro, La Macrobiótica, el arte de prolongar la Vida. Donde prescribe recomendaciones muy semejantes a las de la Macrobiótica moderna. A finales deL siglo XIX, un médico del ejército japonés, Sagen Ishisuka, se curó de una enfermedad de riñones incurable desde la medicina alópata… siguiendo un régimen alimenticio basado en cereales integrales y verduras. Él fundó la primera organización macrobiótica, denominada “Sokuiokai”, y fue extremadamente famoso en Japón a finales del siglo XIX y principios del XX.
Para Ishizuka todos los problemas de salud y sociales tienen como origen una mala nutrición, particularmente un desequilibrio entre el sodio y el potasio. Y para él todos los problemas podían ser corregidos adoptando una práctica alimenticia apropiada para la constitución biológica humana, en especial, la utilización de cereales integrales y verduras como alimentos principales.
El trabajo de Ishizuka fue continuado y desarrollado por George Ohsawa, que, en los años 30, trae esas enseñanza a Europa, en especial a Francia y Bélgica; Ohsawa escribió decenas de libros y fue relativamente conocido en Francia: lo que más se conoce de él es una práctica alimenticia macrobiótica extremadamente restrictiva que no se adapta bien (en opinión de varios entendidos) con la vida moderna. A pesar de que Ohsawa tenía una concepción extremadamente profunda de la práctica macrobiótica, recomendó dietas muy simples, monodietas, e incluso regímenes con una cantidad aceptable de productos animales y pequeña cantidad de alcohol.
Las enseñanzas de George Ohsawa fueron en la generación siguiente esparcidas por sus discípulos orientales, particularmente Michio y Aveline Kushi, Herman y Cornelia Aihara, Tomio y Bernardete Kikuchi, Shizuko Yamamoto, Clim Yoshimi, entre otros. Y en la generación actual especialmente por estudiosos europeos y americanos. Michio Kushi, residente en los Estados Unidos, desarrolló un modelo alimentario más simple de comprender y más adaptado a la vida moderna denominado «Dieta Macrobiotica Estándar” (Standard Macrobiotic Diet), el modelo alimenticio más utilizado por la mayoría de los practicantes de la macrobiótica actualmente.

COMIENDO “MACROBIÓTICAMENTE”
Los aspectos más importantes de la alimentación y el estilo de vida macrobiótico son:
•Hay que comer según nuestras características biológicas; el hombre es por naturaleza un ser designado para comer mayoritariamente alimentos de origen vegetal, y en particular cereales y verduras, a pesar de tener la capacidad de digerir todo.
•La alimentación debe verse reflejada por el lugar geográfico y climático en que estamos, se debe adaptar a los diferentes climas y hábitats. Debe también ser tradicional, o sea, debemos escoger un estilo alimenticio que haya sido practicado durante siglos (los cereales, las verduras y las legumbres forman parte de la base alimenticia de la especie humana durante miles de años. Y esos hábitos son los que están siendo alterados en las últimas décadas)
•La noción de polaridad, o la teoría del Yin-Yang, es una parte esencial de este estilo de vida. La idea de que todos los fenómenos, alimentos incluídos, tienen cualidades energéticas, metafísicas. Y de que la armonía relativa se consigue cuando equilibramos estos dos polos Yin y Yang, en nuestras vidas.

DIETA MACROBIÓTICA ESTÁNDAR
Hay que tener en cuenta que esto es sólo un “modelo de alimentación”, y como tal debe ser adaptado a las diferentes condiciones personales, climáticas, geográficas…
•50 a 60% de la alimentación diaria deben ser cereales integrales. Cereales integrales incluyen arroz integral, cebada, mijo, avena, maíz, trigo, centeno, trigo sarraceno, cuscús, bulgur, copos de avena, copos de cebada, harinas, pan, etc. Se debe dar preferencia a los cereales en grano.
•Consumir 1 o 2 veces al día. Las sopas son en general de verduras, pero pueden también incluir cereales, legumbres, algas, pescado… 
•25 a 35% de verduras variadas. Las verduras deber ser cocinadas de diferentes formas. Pero es importante que algunas está cocinadas durante mucho tiempo, y otras levemente o consumidas en forma de ensalada cruda. 
•10 a 15% de la alimentación legumbres, y derivados de las legumbres y algas. Las legumbres incluyen garbanzo, lentejas, azukis, judías blancas, pintas, y todas las legumbres disponibles en los diversos climas.  Las algas fueron durante muchos años utilizadas en diferentes culturas y se utilizan en pequeñas cantidades, cocinadas con verduras, legumbres o cereales. 

OTROS ALIMENTOS
Además de los alimentos mencionados antes, la dieta macrobiótica Standard incluye en cantidades variables los siguientes alimentos:
•Semillas y frutos secos 
•Frutas de estación y del área geográfica en que vivimos 
•Pescado, preferiblemente blanco 
•Bebidas diversas, en especial tés tradicionales, cafés de cereales, zumos de verduras o frutas
•Aceites y condimentos 
•Condimentos para uso de mesa

OJO, NO CONSUMIR
En la práctica macrobiótica se considera que los alimentos a evitar o a usar muy esporádicamente son: carnes rojas o blancas, huevos, productos lácteos, azúcar, verduras o frutas de origen tropical, café o té negro, alimentos refinados y con química.
La parte más importante del régimen macrobiótico es la cocina. El modelo alimenticio aquí descrito es extremadamente sabroso y variado, si la práctica en la cocina es apropiada. Aunque también puede ser bastante austero y sin sabor si la práctica no está bien confeccionada. Por eso es aconsejable asistir a las clases de cocina, consultar libros de cocina, pedir ayuda a personas más experimentadas…
En cualquiera de los casos, comenzar a utilizar diariamente cereales integrales, verduras y legumbres en su alimentación… puede contribuir en una mejora de su salud y su calidad de vida.

www.escueladevida.net

Macrobiótica en tiempos modernos
11 h. Sala N 108
Diana López Iriarte. Profesora y consultora práctico y teórica de macrobiótica y cocina energética.
Organiza: La Biótika
www.labiotika.es

 http://www.vidasana.org/ECOticias.com

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