Isabel García Tejerina participa en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, que se celebra en Milán, para debatir sobre la seguridad alimentaria, debate en el que “la Unión Europea, como principal importador y segundo exportador de alimentos a nivel mundial, tiene mucho que aportar”.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, considera que “garantizar la seguridad alimentaria pasa por desarrollar una agricultura más eficiente, sostenible y adaptada a un contexto mundial cambiante y a las necesidades de una población en constante crecimiento”.
Isabel García Tejerina participa en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, que se celebra en Milán, para debatir sobre la seguridad alimentaria, debate en el que “la Unión Europea, como principal importador y segundo exportador de alimentos a nivel mundial, tiene mucho que aportar”.
PRINCIPALES RETOS
En opinión de García Tejerina, los principales retos para garantizar la seguridad alimentaria son la volatilidad de los precios de las materias primas, el cambio climático, la limitación de los recursos naturales, una adecuada inversión en I+D+i, las barreras comerciales y el desvío de alimentos hacia usos alternativos.
En este contexto, la ministra entiende que “el principal objetivo de la UE ha de ser garantizar la seguridad alimentaria a través de una adecuada gestión de los recursos que asegure la sostenibilidad ambiental, social y económica a largo plazo”.
INSTRUMENTOS DE LA PAC
Para la ministra, los instrumentos que incluye la nueva Política Agrícola Común “inciden en los retos planteados”, ya que uno de sus principales objetivos es conseguir una producción de alimentos sanos y en cantidad suficiente. También ha señalado la “especial atención” que la PAC presta a la sostenibilidad medioambiental, con medidas como el “greening” y el mantenimiento de la condicionalidad.
García Tejerina ha hecho hincapié en la necesidad de hacer frente al desafío de la volatilidad de los precios, “ya que además de suponer grandes dificultades de acceso a los alimentos, la inestabilidad desalienta la inversión y la investigación en agricultura”.
A este respecto, la ministra ha apuntado cómo la creación en 2012 de un Sistema Global de Información de Mercados Agrícolas (AMIS), dentro del Plan de Acción sobre la Volatilidad de los Precios y la Agricultura del G-20, supone “un instrumento muy útil para afrontar este reto”. Gracias a esta herramienta, se va a mejorar la transparencia de los mercados agrarios, la coordinación y la capacidad de respuesta.
En cuanto al desafío del cambio climático, “creemos que la agricultura tiene gran capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, ha reiterado la ministra. En este sentido, “la Alianza Global para una Agricultura Climáticamente Inteligente y para la investigación de los GEI’s en la agricultura, son iniciativas muy interesantes que España apoya”, ha completado.
Ante el reto de las barreras comerciales, García Tejerina ha asegurado que la nueva PAC mantiene un equilibrio entre la apertura comercial y el fortalecimiento de la producción de alimentos, con una red de protección necesaria por la singularidad del sector agrario. Según la ministra, “estos mecanismos de salvaguarda nos permiten actuar con rapidez ante situaciones difíciles, como nos ha demostrado el reciente veto ruso”.
Además, para aumentar la productividad agroalimentaria de forma sostenible “es preciso invertir en I+D+i, biotecnología, gestión de riesgos, educación y formación agraria”.
Por otra parte, Isabel García Tejerina entiende que, más que debatir sobre futuros instrumentos, “lo aconsejable es avanzar en la consolidación de las herramientas que ya están en marcha, teniendo en cuenta que la nueva PAC entrará en vigor en 2015”.
Al mismo tiempo, “dar un mayor impulso a la reducción de las pérdidas de alimentos puede ser un complemento a medio y largo plazo para afrontar los retos de la seguridad alimentaria”, ha recalcado. Para ello, “es preciso mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria con una vertebración que la haga más eficiente y competitiva”. Para la ministra, es necesario desarrollar esta línea de trabajo a nivel europeo para afrontar la seguridad alimentaria.