La dieta climática es un modelo de alimentación pensado para reducir el impacto ambiental, en particular las emisiones de gases de efecto invernadero que están detrás del cambio climático. Parte de la idea de que lo que comemos influye directamente en el clima, porque la producción de alimentos genera alrededor de un tercio de las emisiones globales de CO₂, metano y óxidos de nitrógeno.
Con esta premisa, desde la organización Amigas de la Tierra han presentado una web que pone de manifiesto la importancia de los alimentos agroecológicos como la base de una dieta no solo saludable, sino también justa y sostenible.
¿Sabes cuál es la huella ecológica de tu dieta alimenticia?
Desde Amigas de la Tierra han lanzado una calculadora de la huella ecológica de la alimentación, en la que podrás ver cuánto consumes de emisiones, tierra y energía y cuánto podrías ahorrar con una Dieta Climática. Los datos para la misma vienen dados por una investigación elaborada junto al CSIC que lanzamos el pasado mes de junio. Siguiendo este enlace se puede ver esa huella ecológica y el ahorro que se podría conseguir con una dieta climática basada en alimentos agroecológicos.
Nuestros sistemas alimentarios condicionan los ecosistemas. Sin embargo, según el modelo que utilicemos, podemos respetar la vida o afectar de forma negativa con graves impactos sociales y ambientales, como es el caso de la agricultura y ganadería industrial. El modelo de agricultura y ganadería industrial actual provoca deforestaciones masivas, pérdida de biodiversidad, agotamiento del suelo, contaminación, escasez de agua y contribuye a agravar la crisis climática.
En un contexto de crisis climática, ambiental, económica y social, que pone en riesgo la supervivencia de la humanidad y de la naturaleza tal y como se conoce, el sistema alimentario globalizado, que depende de estrategias de intensificación e industrialización, es uno de los principales responsables de esta grave situación.
Por eso, desde esta organización proponen una Dieta Climática, un menú que no sólo pone el foco en los alimentos que se consumen, sino en el modelo de producción que se necesita: un sistema alimentario basado en la agroecología, la proximidad, alimentos de temporada y cultivos a pequeña escala.
Por eso han creado esta web con una calculadora para saber cuál sería la huella ecológica actual y conocer el ahorro que se lograría al consumir una dieta climática. Además, se pueden consultar menús de temporada y recetas agroecológicas, libres de pesticidas, libres de CO2, libres de un consumo desmesurado de agua que facilitan el camino hacia una Dieta Climática.
La agroecología es clave en el cambio
A través de ella, como explican desde esta entidad, se apoya a las pequeñas productoras locales y se consumen alimentos de temporada. Además, así se está fortaleciendo la comunidad y se reduce el impacto ambiental y social de producir los alimentos.
La web se basa en la guía, elaborada en colaboración con el CSIC, en la que se demuestran las mejoras que podrían conseguirse a través de un menú saludable y dentro de los límites planetarios, adaptado al contexto regional. Esta Dieta Climática se basa en la capacidad del territorio español para producir el 99% de los alimentos de forma agroecológica para alimentar al conjunto de la población española.
Este cambio no es individual, es necesario presionar a las administraciones para que promuevan este cambio, es aún más crucial cambiar las políticas públicas para lograr una transformación estructural del modelo. «Por eso, el activismo y la presión social que hagamos serán clave. Necesitamos que nuestra manera de alimentarnos forme parte de un sistema alimentario justo que cuide la naturaleza», sentencian.