Si se siguiera una dieta climática saludable con un 99 % de los alimentos producidos de forma agroecológica en España sería muy sencillo cubrir las necesidades alimentarias de todo el conjunto de la población española.
Es la interesante reflexión a la que se ha llegado con un estudio realizado en colaboración con el CSIC y donde se demuestran las mejoras que podrían conseguirse si se opta por un menú saludable y dentro de los límites planetarios, adaptado al contexto regional en este caso.
«Guía Dieta Climática, análisis para una dieta saludable basada en alimentos agroecológicos» es el nombre de este trabajo que no solo incide en esa alimentación más sana y sostenible, sino que recuerda que podría mejorar el impacto ambiental ya que se rebajan los gases de efecto invernadero en un 125 %.
La dieta climática con alimentos ecológicos para alimentar al conjunto de la población española
Amigas de la Tierra ha presentado la «Guía Dieta Climática, análisis para una dieta saludable basada en alimentos agroecológicos», elaborada en colaboración con el CSIC, en la que se demuestran las mejoras que podrían conseguirse a través de un menú saludable y dentro de los límites planetarios, adaptado al contexto regional. Esta Dieta Climática se basa en la capacidad del territorio español para producir el 99% de los alimentos de forma agroecológica para alimentar al conjunto de la población española.
En un contexto de crisis climática, ambiental, económica y social, que pone en riesgo la supervivencia de la humanidad y de la naturaleza tal y como se conoce, el sistema alimentario globalizado, que depende de estrategias de intensificación e industrialización, es uno de los principales responsables de esta grave situación. Para hacerse una idea, el 37 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial provienen de la agroindustria.
Una Dieta Climática, basada en la necesaria transición agroecológica en España, podría mejorar el impacto ambiental a través de la reducción de gases de efecto invernadero en un 125 %, al generarse nuevos sumideros de carbono, lo que equivaldría al CO2 que emiten unos 34 millones de coches al año, a su vez, se reduciría el uso de suelo en un 34 %, prácticamente toda la superficie de Letonia. Estas cifras se complementan con los estudios previos realizados en colaboración con el CSIC, en los que ya se evidenciaba que España sería capaz de producir la cantidad y diversidad de alimentos agroecológicos suficientes para abastecer al total de la población española.
Este menú climático propio de un escenario agroecológico tiene en cuenta las principales recomendaciones de las dietas saludables y sostenibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la «dieta de salud planetaria» de la Comisión EAT-Lancet. En la misma línea está adaptado culturalmente al contexto estatal con propuestas similares a la dieta mediterránea y a las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN).
La Dieta Climática, elaborada por nutricionistas expertas, con alimentos producidos de forma local, incluye en sus asunciones triplicar el consumo de legumbres, doblar el de verduras, dejar a la mitad el consumo de azúcar y reducir la ingesta de carne en un 75 %. Aunque las estimaciones de producción de carne en el marco del escenario agroecológico permitirían el consumo de una ración diaria de carne, por cuestiones de salud se ha ajustado su ingesta a las recomendaciones dietéticas y se propone reducir su consumo a tres raciones a la semana.
Una dieta buena en muchos sentidos
Los beneficios de estas dietas, tanto a nivel de salud humana como planetaria, han sido ampliamente demostrados y documentados. Esto se debe a su énfasis en el consumo de alimentos de origen vegetal, así como una ingesta baja de alimentos de origen animal y la reducción del consumo de alimentos procesados.
Esto permite una dieta más saludable con un mejor ratio de ácidos grasos poliinsaturados, mayor contenido en hierro, magnesio y antioxidantes. A su vez, el contenido en fibra y en vitaminas A y C es mayor que en la dieta actual. Por otro lado, la Dieta Climática se aproxima en mayor medida a las ingestas diarias recomendadas de la mayoría de nutrientes y micronutrientes, reduciendo de forma significativa la exposición al cadmio, un mineral tóxico que se acumula en nuestro organismo y puede afectar al funcionamiento del riñón y el hígado. Los resultados muestran que no solo el cambio en el patrón dietético es importante, sino que los manejos asociados a una transición agroecológica también aportan beneficios nutricionales.
El cambio en el consumo alimentario que propone Amigas de la Tierra en esta guía, Dieta Climática, debe ir asociado a una transición agroecológica en el sector productivo, como ya se adelantó en el informe «La urgencia de una transición agroecológica en España». Estas transformaciones deben impulsarse por políticas públicas que contemplen una hoja de ruta hacia un sistema agroalimentario basado en prácticas agroecológicas.
«La Dieta Climática, nuestra propuesta basada en evidencias científicas, pone de relieve la urgencia de que las políticas públicas vayan encaminadas tanto a la transición agroecológica del modelo productivo como al cambio de los hábitos en la alimentación. Hemos comprobado que nuestro territorio cuenta con recursos suficientes, y que sería una transformación muy beneficiosa para los ecosistemas y para la población. Ahora lo que la sociedad espera es que las instituciones se pongan a trabajar en esta línea», afirma Andrés Muñoz, responsable de Soberanía alimentaria de Amigas de la Tierra.
Gracias a esta transformación, el sector primario contribuiría a la restauración de los ecosistemas y a la captura neta de carbono, y favorecería la fijación de población en la España vaciada con el incremento en los puestos de trabajo en más de 400.000 personas. A la par que se dan todos estos beneficios, se mejoraría también de forma significativa la salud de la población española gracias a la Dieta Climática. Esto sin olvidar los impactos positivos que tiene la transición agroecológica para mitigar los impactos sociales y ambientales de nuestro sistema agroalimentario en los países del Sur global. ECOticias.com