El informe recoge 42 indicadores, de explotación agrícola, gestión forestal, biodiversidad, consumo de agua, transporte, producción eléctrica, turismo y urbanismo, para averiguar la exposición de la sociedad catalana al cambio climático.
¿Cómo ser menos vulnerables al cambio climático y evitar sus peores consecuencias? La adaptación a los impactos del cambio climático evoluciona de forma moderadamente positiva en Cataluña. Según un informe que la Oficina Catalana del Cambio Climático elabora cada cinco años, el Indicador Global de Adaptación ha crecido un 8,74% a lo largo del período 2005 a 2014.
El informe recoge 42 indicadores, de explotación agrícola, gestión forestal, biodiversidad, consumo de agua, transporte, producción eléctrica, turismo y urbanismo, para averiguar la exposición de la sociedad catalana al cambio climático. A grandes rasgos se podrían resumir algunas tendencias positivas:
- Aumento de la producción ecológica
- Mejora de la gestión forestal
- Disminución de los grandes incendios
- Disminución del consumo doméstico de agua
- Aumento de las pólizas que cubren riesgos extraordinarios en obra civil
- Mejora de la calidad del aire
Entre las tendencias a mejorar encontramos:
- El porcentaje de transporte ferroviario de mercancías es muy bajo aún (6,7% sobre el total).
- El transporte público de autobuses y ferroviario ha subido ligeramente pero se puede incrementar más.
- La energía consumida por el transporte y la industria ha disminuido pero podría ser consecuencia de la crisis económica de 2007. Lo mismo ocurre con la emisión de gases de efecto invernadero.
- La superficie verde por habitante ha subido hasta los 7,1 metros cuadrados en Barcelona, aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda 15.
También hay tendencias negativas como:
- Un 20% de tasa de riesgo de pobreza.
- Un repunte en la importación de petróleo y carbones
Para más información: Gencat




















