Cambio climático: ¿ver para creer? Las consecuencias del calentamiento global han sido noticia este verano en todo el mundo. Inundaciones en Italia, libia y el sudeste asiático. Incendios forestales en Canadá, EEUU y el mediterráneo. Sin olvidarnos de las letales olas de calor padecidas en todo el mundo.
Reducir los daños causados por el cambio climático es una tarea desafiante y requiere una educación pública integral. Por lo tanto, surge una pregunta. ¿Cómo se puede hacer para que la ciencia que explica los efectos de este fenómeno sea más accesible para la población en general, así como para los tomadores de decisiones y los educadores?
Gracias a su experiencia en geociencias y a la especialización en educación y comunicación científica, a Courtney le apasiona mejorar la comprensión del público sobre el cambio climático. El problema no está en los contenidos solamente, sino en como se transmiten y enseñan los mimos para que el resultado sea eficaz.
Rediseñando para enseñar
En este estudio, el equipo rediseñó tres gráficos del Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). En primer lugar, evaluaron el impacto del rediseño en la usabilidad del gráfico. Es decir, la capacidad de los individuos para extraer información de él con precisión y rapidez.
Pero también tomaron en consideración la percepción del usuario sobre la confiabilidad de los científicos y el riesgo del cambio climático. Puesto que se correlacionan tanto con el conocimiento como con la interactuación.
El proceso fue iterativo e incluyó dos rondas de pruebas de usuario. Y sucesivos rediseños y nuevas pruebas. Los métodos incluyeron una combinación de encuestas, seguimiento ocular, actividades de clasificación y entrevistas.
Si bien se encontró que la usabilidad general de los gráficos rediseñados era equivalente a la de los originales. Los participantes del estudio percibieron que todas las figuras rediseñadas eran más confiables. También informaron que uno de los rediseños los hizo preocuparse más por el cambio climático que el original.
¿Más simple = menos científico?
Una cuestión interesante explorada en este estudio fue si cifras más simplistas parecerían “menos científicas”. Y, por tanto, menos confiables. Sorprendentemente, este no resultó ser el caso. «Lo simple está bien», explica Courtney. “Si se ve mejor, parece que le dedicas tiempo, entonces te preocupas por ello y sabes lo que estás haciendo. Los gráficos comprensibles y atractivos pueden ser dignos de confianza.”
Los autores encontraron que los formatos de figuras familiares eran los más útiles. Incluso los cambios menores en los gráficos estándar confundían a la audiencia. El uso intencional de códigos de colores fue muy importante para los participantes.
Este sistema aumentó tanto su comprensión como su percepción de credibilidad. Del mismo modo, el empleo mínimo de texto explicativo adicional en ejes y campos ayudó mucho en esos aspectos. Aunque el desorden visual es una posible desventaja.
El rediseño de gráficos en este estudio fue sutil, para poder analizar con confianza qué cambio resultó en qué mejora. Sin embargo, algunos tuvieron bastante impacto. “Pequeños cambios que requieren solo un poco de esfuerzo pueden hacer que la ciencia sea más accesible y significativa para las personas. La comunicación es un área que podemos mejorar”, enfatiza Courtney.
Courtney ve el futuro de este campo de investigación centrándose en ejemplos prácticos de las principales prioridades de los científicos del clima. La idea es que el público comprenda el alcance del problema. Y se sume a las acciones que permiten abordar y mitigar el cambio climático. Cambio climático: ¿ver para creer?