Activistas, disfrazadas de azafatas de Repsol, reparten cientos de abanicos en la Feria del libro de Madrid con el lema “Repsol patrocina el cambio climático”. Denuncian el ‘greenwashing‘ que supone el patrocinio de la empresa petrolera de este evento cultural y exigen el cese de la colaboración.
Greenpeace, la OCU y Ecologistas en Acción ya denunciaron en 2024 ante la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia y la Dirección General de Consumo que los anuncios sobre biocombustibles de Repsol tienen “información parcial, ocultación de información relevante o alegaciones ambientales engañosas”.
En 2024 el careo entre Iberdrola y Repsol por ‘greenwashing‘ en el primer juicio por ‘ecopostureo’ empresarial celebrado en España duro 8 horas.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander escuchó las alegaciones finales de las dos grandes energéticas españolas antes de dejar vista para sentencia la demanda que la mayor eléctrica española, Iberdrola, interpuso en febrero contra la mayor petrolera del país, Repsol —tanto la matriz como dos filiales comercializadoras—, por blanqueo ecológico.
Una quincena de mensajes difundidos en la página web corporativa y tres campañas publicitarias que Repsol lanzó en 2023 para mostrar su compromiso con la sostenibilidad son las que Iberdrola ha llevado a los tribunales y ha calificado de “engañosas”.
Finalmente Repsol se ‘zafo’ en los Juzgados de la demanda interpuesta por Iberdrola, pero no del juicio de la ciudadanía que se sentía ‘estafada’ por la petrolera.
Feria del Libro de Madrid
Ahora, con esta acción, las activistas ecologistas vuelven a señalar a Repsol como una de las mayores responsables de la emergencia climática de la actualidad, cuyos impactos se han podido ver recientemente con la DANA de València en el mes de octubre, así como con el incremento de las olas de calor, lo que ha provocado el cierre temporal de la propia feria del libro madrileña, afectando a este evento vital para el gremio de librerías.
En su acción de calle, los ecologistas no solo quieren visibilizar a Repsol como una de las empresas causantes de la emergencia climática, sino que hacen un llamamiento a la cultura a no legitimar las acciones y el lavado de imagen de estas grandes empresas que están poniendo en riesgo el futuro de la humanidad y de los ecosistemas.
La petrolera emitió 10,8 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2023, siendo con ello la empresa más emisora de todo el Estado. A nivel internacional, un reciente informe establece que el 72 % de las emisiones asociadas al petróleo y el cemento son responsabilidad de solo 122 empresas desde 1850.
Repsol es la única empresa española que aparece en este listado, ocupando el puesto número 50 y siendo responsable de unas emisiones acumuladas de 4.584 millones de toneladas de CO2 desde 1964. Esto equivale a 16 años de emisiones como las registradas en 1990 en nuestro territorio.
Además, los daños provocados por la multinacional se extienden más allá de su impacto en el clima y abarcan afecciones a distintos ecosistemas y poblaciones, como evidencia el último vertido de petróleo en Perú.
Para los ecologistas, resulta paradójico ver a Repsol en la Feria del Libro de Madrid patrocinando el uso de placas solares en las casetas, algo que “dista mucho de ser la realidad de la empresa”.
Tal y como señala la Fundación Finanzas Éticas, la meta de cero emisiones netas para 2050 de Repsol es “poco creíble”, pues la compañía solo busca una reducción del 3,6 % de emisiones hasta 2030.
Esto implica que el grueso del esfuerzo de descarbonización se pospone para el periodo entre 2030 y 2050. “De este modo, esta meta parece más una estrategia de marketing que algo real y, en cualquier caso, es incompatible con la urgencia que requiere la crisis climática”, afirman.
Greenwashing
La empresa está intentando lavar su imagen con el patrocinio de eventos como la Feria del Libro de Madrid, con la penetración en centros escolares o con la financiación universitaria. Estas acciones propagandísticas ya están siendo puestas en entredicho, como muestran las denuncias por publicidad engañosa presentadas por Ecologistas en Acción, Greenpeace y CECU”.
Ecologistas reclaman que se aplique el principio de ‘quien contamina, restaura’. Que los ingentes beneficios de la empresa se destinen a regenerar los ecosistemas y reparar el daño que ha provocado, y no a lavar su imagen mediante patrocinios, como el de la Feria del libro de Madrid.
Es necesario enfrentar los grandes intereses del capital y sus intentos de blanqueamiento. Deben tomarse medidas urgentes que transformen un sistema depredador de la vida en un mundo que merezca la pena.