Figueres ha dicho que millones de ojos de personas alrededor de todo el mundo están puestos en los gobiernos reunidos en París, pero que esto no es figurado, sino literal.
La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueres, ha valorado que en los últimos años se ha producido «un punto de inflexión» en materia de cambio climático, pero ha instado a llegar a un nuevo acuerdo mundial para luchar contra el calentamiento global que sea acorde a las demandas de la ciencia y que se adopte de forma urgente en función con el reto que se plantea.
Durante la sesión inaugural de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, que ha comenzado este lunes en París, Figueres ha destacado que a la jornada asisten más de 150 jefes de Estado y de Gobierno para impulsar la cita. Se trata de la mayor lista de asistentes que ha acudido nunca a un evento de Naciones Unidas en un solo día.
Figueres ha dicho que millones de ojos de personas alrededor de todo el mundo están puestos en los gobiernos reunidos en París, pero que esto no es figurado, sino literal.
«Tenéis la oportunidad, de hecho, la responsabilidad, de alcanzar un acuerdo que permita alcanzar los objetivos nacionales contra el cambio climático, que requieren de un necesario apoyo para los países en desarrollo y que catalice la continua creciente ambición y acción para todos», ha urgido en la inauguración de la Cumbre.
Además, ha dicho que en los años pasado se ha producido un «punto de inflexión» después de muchos años de «trabajo duro» y ha señalado que el mundo, finalmente está viendo que la dirección hacia una economía baja en carbono para el futuro es un proceso «irreversible».
«Este punto de inflexión es ciertamente destacable, pero los deberes no están hechos. Depende de vosotros capturar este progreso y trazar un camino inequívoco, con un destino claro, con un acuerdo paso a paso y con una línea temporal predecible, que responda a las demandas de la ciencia y a la urgencia del reto», ha apostillado.
En la víspera del inicio de la COP21, un total de 184 países que suponen el 95 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero global que han expresado sus compromisos y planes de acción contra el cambio climático a la Convención Marco de Cambio Climático. Estos compromisos no son suficientes para alcanzar un acuerdo que permita limitar a 2 grados centígrados el aumento de la temperatura a final de siglo.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, ha llamado a los países a dar un paso más en sus esfuerzos. «La apuesta es demasiado alta, y la amenaza del cambio climático es demasiado grande como para que nos contenemos con un acuerdo ‘minimalista. Los jefes de Estado y de Gobierno que han acudido a París han venido a expresar la voz de esta ambición», ha manifestado.
Por otro lado, en un encuentro bilateral entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo chino Xi Jinping, se han comprometido a trabajar juntos en las negociaciones porque han reconocido que su liderazgo en este asunto es «vital».
Xi ha dicho que ambos países, mano a mano, deben trabajar para garantizar que se llega a los objetivos y cree que la cooperación con Estados Unidos en un tiempo de múltiples retos globales es «crítica».
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha elogiado la emoción y la energía con que los distintos grupos de la sociedad civil acuden a la cumbre y ha dicho que ellos esperan que cada uno de los líderes mundiales mantengan un liderazgo similar al examen al que se enfrentan.
«La historia está llamando. Os insto a responder con coraje y visión», ha declarado Ban, que se ha dirigido a los líderes de cerca de 200 países para insistir en que está hoy en París para «escribir un nuevo futuro, un futuro lleno de esperanza y promesas, de prosperidad aumentada, de seguridad y de dignidad para todos».
En este contexto, ha valorado que este lunes en París hay más de 150 jefes de Estado y de Gobierno «juntos en la misma habitación y con un único propósito», algo que ha definido como «un momento político que podría no volver a producirse» porque nunca antes los países se han enfrentado a un reto similar.
«Sin embargo, nunca antes hemos tenido una oportunidad tan grande. Tenéis el poder para asegurar el bienestar actual y de las generaciones futuras», ha advertido.
Por ello, ha urgido a que instruyan a los negociadores a que elijan el camino del compromiso y del consenso. «Una acción climática valiente está en el interés nacional de cada uno de los países que están representados en esta Conferencia», ha defendido Ban que ha confirmado que el tiempo para las políticas «suicidas» ha terminado.
«Construyamos un régimen climático duradero y con reglas claras en un camino que todos los países puedan acordar seguir», ha apelado a los asistentes a los que ha insistido en que París debe marcar un punto de inflexión.
En resumen, el secretario general de la ONU ha recordado a los países que se necesita que estamos pensando en un futuro de bajas emisiones, de mitigación del cambio climático y que ese futuro no tiene vuelta atrás. Los planes de acción presentados por más de 180 países cubre casi el 100 por cien de las emisiones globales de efecto invernadero.
«Este es un buen comienzo. Pero necesitamos ir más allá y más rápido si queremos limitar el incremento global de la temperatura a dos grados centígrados», ha manifestado Ban, que ha insistido en que «la ciencia es clara».
A su juicio, el acuerdo que se deberá firmar en la capital francesa debe cumplir cuatro requisitos para ser exitoso. El primero es que el acuerdo debe ser duradero; que emita una señal clara a los mercados de que la transformación hacia una economía baja en carbono es «inevitable, beneficiosa y que ya está en camino».
Además, debe lograr limitar la temperatura a largo plazo por debajo de los 2 grados centígrados e incluso, los Estados insulares y los que están en desarrollo tienen un margen de maniobra menor y piden «desesperadamente» al resto del mundo esforzarse hasta limitar ese incremento en 1,5 grados centígrados.
En segundo lugar, para el secretario general de la ONU el acuerdo debe ser «dinámico», mientras que el tercer requisito para el éxtio es que el acuerdo sea solidario con los países más pobres y los más vulnerables, de modo que debe asegurar un balance suficiente entre las políticas de adaptación y las de mitigación para los países en desarrollo. Por último, ha concluido que en cuarto lugar, el acuerdo debe ser «creíble».
Para ello, la ambición actual debe ser una etapa, no el techo de los esfuerzos futuros y, por ello, cree que establecer ciclos quinquenales, comenzando antes de 2020, es un aspecto crucial.
«Todos los países deberían estar de acuerdo en moverse hacia objetivos cuantificados de reducción de emisiones y de una economía baja en carbono, con flexibilidad para ser desarrollados por países con una capacidad limitada», ha señalado Ban que ha recordado el compromiso de que los países deben aportar para esta lucha 100.000 millones de dólares anuales en 2020 y también en el escenario posterior a esa fecha.
Finalmente, ha reclamado que el nuevo acuerdo debe incluir también un marco de trabajo transparente en el que se puedan medir, monitorizar y confirmar los progresos en esta matera.
ep