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viernes, junio 2, 2023

Alemania se opone a controlar las emisiones de la industria automotriz

“Los medios alemanes han informado que Berlín rechazará una propuesta de la UE, que pide controles más estrictos sobre las pruebas de emisiones. Grupos ambientalistas han acusado a Berlín de poner sus intereses comerciales por delante de los de los ciudadanos y del Medio Ambiente.”

Y no es la única

El gobierno alemán y posiblemente los de otros países fabricantes de coches, como España, República Checa e Italia, aparentemente rechazarán una propuesta de la UE, orientada a endurecer las medidas de control sobre las emisiones más nocivas de los vehículos que emplean combustibles de origen fósil, como el CO2 y los NOx.

 

Según un periódico local, entre las propuestas a las que se opone Berlín se encuentra la de querer ejercer unos controles más estrictos sobre los organismos reguladores de la industria, como la Autoridad Federal de Transporte Automotriz de Alemania (KBA), así como otras pruebas de emisiones sobre el terreno, llevadas a cabo por la propia Bruselas.

La quema de carbón, petróleo, gas u otros combustibles fósiles genera gases de efecto invernadero, culpables de atrapar el calor del sol y forzar la elevación de las temperaturas globales. El mundo está emitiendo alrededor de 50 mil millones de toneladas de este tipo de gases cada año.

 

Ni multas ni controles

El objetivo de la comisión era que las agencias nacionales no pudieran proteger a sus propios fabricantes de coches. Una propuesta adicional consideraría también que los servicios de pruebas y revisión de los vehículos se financien entre los Estados y la Comisión de la UE y no directamente por los fabricantes, como medio de evitar conflictos de intereses.

Alemania ya ha sido acusada de impedir una propuesta de la UE, que permitiría a Bruselas multar a los fabricantes de coches con 30.000 euros, por cada vehículo que se compruebe que hizo “trampas” en las pruebas de emisiones y obligarle a que los retire del mercado.

 

La manipulación de los sensores de escape de los coches diésel por parte de la automotriz alemana Volkswagen ha puesto de manifiesto que la industria no está correctamente regulada, dijo la Federación Europea de Transportes y Medio Ambiente.

Estas palabras fueron muy aplaudidas por los ambientalistas europeos, que sostienen que los países que rechazan los controles de las emisiones impuestos por la UE, anteponen los intereses comerciales a los derechos ciudadanos y medioambientales.

 

Por otra parte, Alemania parece dispuesta a rechazar otra especificación de la UE, esta vez para las centrales térmicas de carbón, dado que desde Berlín sostienen que las reducciones de óxido nítrico que pretende imponer la UE son excesivas y requerirían costosos reacondicionamientos en todas las centrales eléctricas.

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