La ciudad, habitual en el ranking de ciudades más contaminantes de China, es una prioridad en la guerra del Gobierno contra la polución. Se ha impuesto una reducción del 22 por ciento en las emisiones de partículas finas, conocidas como PM2,5, que son aquellas que miden menos de 2,5 microgramos y que numerosos estudios han demostrado que pueden llegar hasta los pulmones y provocar problemas respiratorios.
Tangshan, la ciudad con mayor producción de acero en China, impondrá restricciones al tráfico durante los meses de invierno para reducir la contaminación, según ha informado este martes el Gobierno local, como parte de los esfuerzos para cumplir con los objetivos de calidad del aire impuestos para 2017.
La ciudad, habitual en el ranking de ciudades más contaminantes de China, es una prioridad en la guerra del Gobierno contra la polución. Se ha impuesto una reducción del 22 por ciento en las emisiones de partículas finas, conocidas como PM2,5, que son aquellas que miden menos de 2,5 microgramos y que numerosos estudios han demostrado que pueden llegar hasta los pulmones y provocar problemas respiratorios.
El Gobierno local ha informado este martes de que se van a establecer nuevas restricciones al tráfico que entrarán en vigor el 1 de noviembre. Al igual que en Pekín, las limitaciones se harán efectivas teniendo en cuenta los números de registro de los vehículos, de forma que, dependiendo de la terminación de las matrículas, podrán circular unos coches u otros en las carreteras principales de Tangshan.
Los vehículos de servicios de emergencias, como ambulancias, coches de Policía y camiones de bomberos, están exentos de cumplir con las restricciones. De la misma forma, camiones con combustible y alimentos frescos con permisos especiales podrán circular libremente en el centro de la ciudad.
Tangshan, que produce alrededor de 100 millones de toneladas de acero al año, impondrá límites a la producción en el sector del acero y cerrará las fábricas de cerámica y cemento durante el invierno. A principios de octubre, el Gobierno de la ciudad se vio obligado a imponer recortes en la producción industrial un mes antes de lo previsto, debido a que las condiciones climáticas desencadenaron una alerta por la alta contaminación.
Reducir las fuentes de contaminación móvil es un punto clave en los esfuerzos para mejorar la calidad del aire, especialmente en Pekín, donde el 31 por ciento de las emisiones totales de PM2,5 están provocadas por los coches, según datos del Ministerio de Medio Ambiente publicados en enero.
El Gobierno de Pekín publicó a principios de este mes un plan de actuación en el que establece el objetivo de reducir los niveles de contaminación en más del 20 por ciento de cara al final de esta década. También se pretende que, para 2020, el 70 por ciento de la flota de transporte público esté constituida por vehículos ecológicos.
Los camiones han sido una importante fuente de contaminación en la capital y el director de la Oficina de Protección Ambiental de Pekín, Fang Li, ha informado este martes de que la ciudad ha sancionado a 16.000 conductores por generar emisiones excesivamente contaminantes en los primeros tres trimestres del año.
ep