“El 2017 podría convertirse en uno de los tres años más calurosos registrados hasta el momento, según sugieren los datos provisionales de la OMM, confirmando una vez más, la existencia de una tendencia mundial hacia el calentamiento, que los científicos sostienen que ostenta innegables huellas de la acción humana.”
Tres años calientes
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) predice que, es poco probable que las temperaturas globales registradas en los primeros nueve meses de este año, superen a las del 2016 que fue afectado por el fenómeno climático de El Niño, pero serán mayores a las que se contabilizaron antes de 2015.
Petteri Taalas, el secretario general de la OMM, explicó que: “Los últimos tres años han ido de mal en peor, en términos de registros de temperaturas, que son parte de la tendencia que experimenta el planeta, hacia un calentamiento a largo plazo.”
También acotó que: “Hemos sido testigos de fenómenos climáticos extraordinarios: temperaturas que superaron los 50ºC en Asia, huracanes récord y en rápida sucesión en el Caribe y el Atlántico, que alcanzaron las costas irlandesas, devastadoras inundaciones monzónicas que afectaron a millones de personas y una sequía incesante en el este africano”.
Talaas indica que, se llevarían a cabo más estudios científicos, pero ya es posible afirmar, que muchos de estos fenómenos tienen el revelador signo del Cambio Climático y que éste ha sido causado por el aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero, culpa de la quema de combustible fósil y la deforestación, actividades exclusivamente humanas.
Su conclusión es que, ve cada vez menos probabilidades de que la presente tendencia al calentamiento se revierta a corto plazo; lo que se espera, es que esta situación continúe por los próximos 50 años, puesto que se ha llegado a un punto, del que es muy difícil retroceder.
Estos resultados fueron revelados en el transcurso de las negociaciones mundiales sobre el clima, organizadas por la ONU en Bonn. Las conversaciones de la COP23 se centrarán en un nuevo proceso, que busca asesorar científicamente a las naciones, para que endurezcan las medidas que prometieron aplicar en París, tendientes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Más de lo mismo
Las promesas actuales, según las estimaciones de los expertos, harían que la temperatura global aumentase 3ºC más, que en tiempos preindustriales. Esto provocaría que los niveles del mar aumentaran considerablemente, las olas de calor y las sequías serán moneda corriente en grandes extensiones del planeta y se multiplicarán las probabilidades de tormentas devastadoras e inundaciones.
Patricia Espinosa, la jefa de clima de la ONU, resaltó que, en el transcurso de las conversaciones, los participantes mostraron “un ímpetu sin precedentes”, pero advirtió que las consecuencias del fracaso, pueden ser mucho más nefastas de lo que nadie imagina.
Las nuevas investigaciones demostraron que los niveles de dióxido de carbono presentes en la atmósfera en la actualidad, presentan los registros más altos de los últimos 800.000 años y que, ante la realidad de que los cambios necesarios siguen retrasándose, la situación irá a peor.
Martin Siegert, el codirector del Instituto Grantham del Imperial College de Londres, expresó su preocupación en estos términos: “El estado de nuestro clima está siendo afectado por los humanos. Lo que alguna vez fueron eventos aislados, se están convirtiendo en regulares. Si no hay un cambio radical en la actitud humana, a futuro solo podemos esperar más de lo mismo”.