El informe de WWF “Counting the Gigatonnes: Building Trust in Greenhouse Gas Inventories from the United States and China” (Cómo generar confianza en los inventarios de gases de efecto invernadero de EEUU y China) detalla los sistemas ya instalados en ambos países que permiten medir con exactitud y en tiempo real las emisiones de efecto invernadero.
“Históricamente, EEUU y China han tenido discrepancias a la hora de medir y publicar sus emisiones», dijo Keya Chatterjee, Directora del Programa de Clima de WWF EEUU. Este informe constata que hay una gran oportunidad para ambos países a la hora de trabajar de forma conjunta y aprender el uno del otro. Esto es esencial para reducir tensiones y promover un entorno de confianza que será necesario para alcanzar un tratado internacional sobre clima que sea justo, ambicioso y vinculante.
Siendo responsables del 40 por ciento de las emisiones de CO2 mundiales, la cooperación entre EEUU y China para cuantificar y hacer públicas sus emisiones es vista por WWF como crucial para luchar contra el cambio climático. En este sentido, la organización recuerda que, durante la Cumbre de Clima de Copenhague en 2009, los desacuerdos entre estos dos países sobre la transparencia en facilitar datos de emisiones estuvieron a punto de bloquear las conversaciones internacionales.
El informe perfila áreas donde los dos países podrían mejorar la colaboración y aprender de los conocimientos de cada uno. Por ejemplo, el informe señala que China podría aprender de la amplia experiencia metodológica de EEUU en la realización de estudios, y su publicación periódica. Por su parte, EEUU podría servirse de la experiencia reciente de China, que ha logrado mayor transparencia en sus informes gracias a la práctica de estrictas auditorías y revisión sistemática de sus instalaciones.
“Como EEUU aún no regula las emisiones de gas invernadero provenientes de centrales eléctricas y otros grandes emisores, estas fuentes no tienen ninguna razón para mentir sobre sus emisiones”, dijo Chatterjee. Y añade: «La falta de regulación de emisiones de gases invernadero puede aumentar la credibilidad de los datos estadounidenses, pero esto perjudica la capacidad de EEUU de competir con China en la economía de energía limpia”.
«Si EEUU quiere competir con China en energía limpia, esto requerirá que aumente la colaboración entre ambos países. También será imprescindible que EEUU ponga en práctica la legislación global de clima y energía que actualmente está siendo debatida en el Senado», concluye Chatterjee.




















