“La industria minera representa aproximadamente el 7% del PIB de Colombia y ha sido uno de los impulsores de crecimiento del país durante la última década, pero el páramo es un sitio protegido y el lugar donde está la mayor reserva de agua potable del país.”
Intereses creados
Si bien el país tiene una gran cantidad de recursos, la industria minera se ha visto afectada por las actividades de los grupos guerrilleros en las zonas rurales, así como por la prevalencia de la minería ilegal, una estructura burocrática complicado y una desaceleración mundial de la industria.
En marzo de este año, la empresa canadiense Eco Oro anunció que, si no podían llegar a un acuerdo amistoso con el gobierno de Colombia sobre sus derechos de explotación de su Proyecto Angostura situado en Santurbán, pedirían un arbitraje internacional para dirimir la controversia.
El proyecto Angostura se remonta a 1995, cuando Eco Oro (entonces llamado Greystar Resources) comenzó su programa de exploración. Desde entonces, se han producido una serie de cambios en la ley, lo que lleva a una serie de evaluaciones de impacto ambiental de la actividad de la empresa y de desafíos legales.
Sin límites
Según Eco Oro el marco regulatorio de Colombia ha confundido a las empresas mineras con reglas complicadas para la obtención de permisos ambientales, a pesar de los esfuerzos del gobierno para plantear reformas reales que le dieran transparencia a los requisitos y a las instituciones encargadas de hacerlos cumplir.
Parte de la diferencia se debe a la confusión sobre dónde están exactamente los límites del páramo, que es un ecosistema protegido y el primer problema se le planteó a Eco Oro, cuando en febrero de este año la Corte Constitucional de Colombia dictaminó que toda la minería en los páramos era ilegal.
Anteriormente, las empresas han estado operando bajo un vacío legal que exime a las licencias mineras otorgadas antes de febrero de 2010. La Corte consideró inconstitucional estas excepciones y citó la importancia ecológica de los páramos, incluyendo su papel en la prestación de un 85% del agua potable del país.
Quejas
Eco Oro se opone a la «demora injustificada» en el esclarecimiento de los límites del Páramo Santurbán y alega que existe un «fracaso persistente para proporcionar claridad» sobre el derecho de la empresa para desarrollar su proyecto.
Pero no todos están de acuerdo con la posición de la minera, de hecho, ya se han levantado voces en contra que sostienen que el proyecto de Eco Oro debía de haber sido abandonado hace ya mucho tiempo, ya que el estudio de impacto ambiental dio resultados desfavorables para la empresa y demostró que su actividad compromete los ecosistemas.