El programa impulsa la capacitación de los docentes y personal administrativo de escuelas y colegios, para que enseñen a los estudiantes a clasificar sus residuos a través de dispositivos específicos divididos en plástico, papel y aluminio. El objetivo es culturizar a las comunidades enseñando con acciones concretas y no sólo con palabras.
El proyecto Yo Pienso Verde, iniciativa a través de la cual tanto docentes como estudiantes de centros educativos, optimizan el manejo de los desechos sólidos y orgánicos, ratificó su compromiso de darle una mano al ambiente.
El programa impulsa la capacitación de los docentes y personal administrativo de escuelas y colegios, para que enseñen a los estudiantes a clasificar sus residuos a través de dispositivos específicos divididos en plástico, papel y aluminio. El objetivo es culturizar a las comunidades enseñando con acciones concretas y no sólo con palabras.
Durante el 2013 y 2014 el programa se enfocó en el manejo de los desechos exclusivamente sólidos; sin embargo, durante el año anterior se agregó un nuevo eje en el programa, el cual se concentra en capacitar respecto al manejo de desechos orgánicos como cáscaras de alimentos, hierbas y tierra, para convertirlos a través de una compostera en abono orgánico.
La escuela Andrés Corrales en Poás de Aserrí, es una de las instituciones que ha empezado a ver los beneficios de este programa, al haber reducido alrededor del 50% de los desechos sólidos que iban a la basura.
La iniciativa, liderada por la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio, ha capacitado a cerca de 49 escuelas desde hace cuatro años que inició, con una suma aproximada de 500 horas de charlas.
La institución espera que cada vez sean más los centros educativos que cumplan con los requisitos y se comprometan con el proyecto Yo Pienso Verde, con el fin de que incluso sea un tema declarado como de interés educativo por parte del Ministerio.