“En los últimos años se ha tomado conciencia en varios países de Centro América, de la lacra que representa para sus sociedades el maltrato animal. Esto ha llevado a los gobiernos a tomar medidas legislativas, para acabar con esta problemática: Guatemala y Honduras son buen ejemplo de ello.”
Honduras
El 12 de noviembre de 2015, Honduras prohibió el uso de animales en los circos y la lucha entre perros. Honduras se unió de esta forma a países como Canadá, Suecia, Grecia, Perú, Paraguay y Costa Rica (entre otros) en los que está prohibido que en los circos haya animales, que en la enorme mayoría de casos eran víctimas de maltratos.
El Congreso Nacional hondureño aprobó la Ley de Bienestar Animal, que regula el uso de animales en diversos tipos de industrias, laboratorios y espectáculos públicos y privados. La ley también prohíbe la pelea de perros.
Se pueden imponer penas de tres a seis años de prisión y también abultadas multas, por abuso o negligencia en el trato a los animales. Otra de las medidas fue la acreditación de varias organizaciones, incluyendo la Sociedad de Derechos de los Animales de Honduras.
Desde las Asociaciones animalistas que aplauden la nueva legislación se transmitió un fuerte mensaje, instando a otras naciones a imponer nuevas leyes en favor de los animales: «Esperamos que otros países se unan a Honduras. Es vital que la protección de los animales esté incluida en las agendas políticas de todos los gobiernos del mundo».
Guatemala
«El 7 de marzo de 2017, Guatemala dio un gran paso adelante en la batalla contra la crueldad animal», explicó Susan Bird, una conocida abogada ambientalista, escritora independiente y defensora de causas animales.
El Congreso de Guatemala aprobó una legislación de primera clase en febrero de 2017, que ratificó al mes siguiente, mediante la cual dejó firmemente establecida la protección de la vida silvestre, la de los animales utilizados en la investigación y la de las mascotas.
La nueva ley prohíbe hacer pruebas en laboratorios de cosmética empleando animales, el uso de animales en los circos y la lucha de perros. También prevé fuertes multas que se aplicarán a toda aquella persona que sea partícipe, organizador o espectador de cualquier evento que involucre actos de crueldad animal.
Un futuro mejor
El hecho de que existan leyes para cambiar las acciones, es decir que no solo se reconozca la teoría, afectará la atmósfera en la que crecerán los niños y, por lo tanto, cambiará la mentalidad de las generaciones futuras, sobre cómo deben ser tratados los animales y del respeto que merecen todos los seres vivos.