Desde junio hasta diciembre, tortugas lora y carey llegan hasta esta hermosa playa. También se ha registrado la llegada de tortugas baula, aunque no es lo común. Ahí, desovan bajo la mirada atenta de un grupo de 24 voluntarios de Asvo. Ellos están pendientes todas las noches de la llegada de tortugas hasta la costa y además del desove resguardan los nacimientos para evitar a los “hueveros”.
La liberación de casi un centenar de tortugas paraliza Montezuma. Niños y adultos quedan impresionados. Decenas de extranjeros viajan miles de kilómetros hasta que llegan al centro Asvo.
Es desde ahí que tortugas recién nacidas regresan a casa. Inician un recorrido de aproximadamente 10 metros por la playa. La liberación es gratuita y deja sin palabras a los espectadores.
Cada tortuga inicia una pelea por sobrevivir. Se dice que por cada mil tortugas liberadas, solo una llegará a edad adulta.
Desde junio hasta diciembre, tortugas lora y carey llegan hasta esta hermosa playa. También se ha registrado la llegada de tortugas baula, aunque no es lo común. Ahí, desovan bajo la mirada atenta de un grupo de 24 voluntarios de Asvo. Ellos están pendientes todas las noches de la llegada de tortugas hasta la costa y además del desove resguardan los nacimientos para evitar a los “hueveros”.
En medio de la playa, áreas de conservación y hermosas cataratas, por día se llegan a registrar más de 200 nacimientos de tortugas.
“Todas las noches -cada 5 minutos- se hacen patrullajes… y cada noche nacen entre 200 o 300 tortugas. Ellas salen naturalmente y tenemos máximo 30 minutos para que regresen al mar”, comenta Genaro Carmona, quien es colaborador de Asvo.
Él señala que a lo largo de toda la noche se realizan turnos, en los que un grupo de voluntarios coopera con la naturaleza.
La protección consiste en rescatar los huevos y transportarlos hasta un vivero donde las tortuguitas nacerán sin ningún problema. Ellos saben que el refugio es necesario. Hay animales que pueden ser depredadores de huevos.
También algunos humanos andan haciendo daño. Los lugareños aseguran que los cazadores no lo hacen por dinero, sino por maldad, por lo que se vieron obligados a crear roles de vigilancia para todos los días.
“En Asvo se le da protección a las tortugas, hacemos muchas limpiezas de playa y capacitamos a la gente para cuidar el ambiente. Las tortugas se están extinguiendo por lo que muchos voluntarios nos ayudan para mejorar el ambiente“, comentó Carmona.
Él asegura que muchas personas no ven atractivo ayudar al ambiente, sin embargo, cada día encuentran motivación para seguir con una misión que los llena de satisfacción.
De hecho los extranjeros les agradecen la labor y quedan sorprendidos por el fuerte trabajo que se realiza en las zonas rurales.