El pasado 10 de octubre Scott Pruitt, administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), que es la entidad gubernamental encargada de velar por la protección del medio ambiente y proteger la salud pública, anunció una propuesta para derogar el Plan de Energía Limpia, el primer reglamento federal que regula las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas, la mayor fuente industrial de contaminación de gases de efecto invernadero en nuestro país.
Una de las virtudes de nuestro sistema democrático es que nuestras voces tienen la fuerza y el poder de influenciar decisiones locales, estatales y federales. Los estadounidenses tenemos varios recursos establecidos por ley para participar en las decisiones de política pública que afectan directamente nuestra calidad de vida y bienestar. Uno de estos recursos es la participación en el proceso regulatorio a través de testimonios en las audiencias públicas y comentarios sobre las propuestas de reglamentación de las agencias gubernamentales.
El pasado 10 de octubre Scott Pruitt, administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), que es la entidad gubernamental encargada de velar por la protección del medio ambiente y proteger la salud pública, anunció una propuesta para derogar el Plan de Energía Limpia, el primer reglamento federal que regula las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas, la mayor fuente industrial de contaminación de gases de efecto invernadero en nuestro país. Si la EPA finaliza dicha derogación, la agencia estaría violando su obligación jurídica de regular la contaminación por gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas.
Tal y como hemos visto desde que el presidente Donald Trump asumió la presidencia en enero, esta propuesta continúa el patrón de decisiones ejecutivas y de política pública de esta administración destinadas a favorecer a las industrias contaminantes y a acabar con el legado del presidente Obama. Scott Pruitt y la administración Trump se niegan a reconocer la conexión entre el cambio climático y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes Harvey, Irma y María, así como los incendios forestales que han destruido millones de acres en el oeste del país. El Plan de Energía Limpia ayudará a reducir la intensidad de estas tormentas e incendios forestales en el futuro.
El calor sofocante, el esmog y el hollín son algunos de los factores que causan o empeoran problemas respiratorios como el asma, que afecta desproporcionadamente a nuestra comunidad. Según uninforme del 2008 de la Asociación Médica Nacional para Hispanos (NHMA, por sus siglas en inglés), 4.7 millones de latinos han sido diagnosticados con asma. El reporte también concluyó que los hispanos tienen tres veces más probabilidades de morir debido a esta condición que cualquier otro grupo étnico o racial. Además, estar expuesto a la contaminación ambiental puede agravar condiciones preexistentes como el asma, lo cual se traduce en un aumento en hospitalizaciones de emergencia.
El Plan de Energía Limpia es un gran paso en la dirección correcta, ya que reducirá tanto la contaminación de dióxido de carbono de las centrales eléctricas que está arruinando nuestro clima, así como la contaminación del aire que causa enfermedades respiratorias y cardiacas. Nuestra comunidad está entre aquellas que se beneficiarán directamente de la reducción de esta contaminación, ya queuno de cada dos latinos viven en áreas que violan los reglamentos de calidad de aire.
Un análisis del 2015 de la propia EPA estimó que el Plan de Energía Limpia ayudará a evitar hasta 3,600 muertes prematuras, 90,000 ataques de asma infantil y más de 300,000 días laborales y escolares perdidos cada año. Además, el Plan ayudará a la economía de la energía limpia, la cual ya está generando buenos empleos y amplias oportunidades económicas a lo largo del país.
Al proponer la derogación del Plan de Energía Limpia, Pruitt está poniendo las industrias contaminantes antes que la salud de nuestras familias. El Plan de Energía Limpia protegería nuestra salud al limitar la peligrosa contaminación de las centrales eléctricas y fomentar el desarrollo de energía limpia y de los empleos que esta conlleva. Debemos luchar para proteger la salud de nuestras comunidades contra estas amenazas a nuestro aire limpio y nuestro clima.