La ceniza emanada por la erupción del volcán Tungurahua ha afectado a dos provincias de los Andes de Ecuador, donde se encuentra la montaña, cuya actividad actual, de intensidad moderada, mantiene una tendencia a ascendente, informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
Varios sectores de las provincias de Tungurahua (homónima del volcán) y de Chimborazo han sido afectados por la ceniza, que ha cubierto poblados y extensas áreas de cultivos.
Las exhalaciones de vapor de agua y ceniza han formado nubes de hasta 3 kilómetros de altura sobre el cráter, que por efecto del viento se han dirigido hacia el sur y suroeste de la montaña.
El IG señala en su último informe que ha recibido reportes de una moderada caída de ceniza en las poblaciones de Pillate, El Manzano, Cahuají, Choglontus, Palitahua y Penipe, así como una fina capa de ese material en Riobamba, la capital de Chimborazo.
Además, más de treinta temblores leves y nueve explosiones de intensidad moderada se han registrado en el volcán, que desde diciembre pasado inició un nuevo pulso eruptivo, tras casi seis meses de relativa calma.
Según el IG, en las noches se ha podido observar la salida de material incandescente desde el cráter del Tungurahua, uno de los más activos de Ecuador, que cuenta con más de medio centenar de volcanes.
El informe indica también de ruidos fuertes, como bramidos, algunos de los cuales, por su intensidad, han podido escucharse incluso en la ciudad de Ambato, a unos 30 kilómetros al oeste del coloso.
Uno de los «cañonazos» generados por una de las explosiones ha causado también la vibración de ventanas en sectores cercanos al volcán.
De su lado, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos informó que los centros de Operaciones de Emergencia en Tungurahua y Chimborazo han inspeccionado albergues en esas dos jurisdicciones, con el fin de mantenerlos listos en caso de que sean requeridos ante un eventual aumento peligroso de la actividad volcánica.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud y situado a 135 kilómetros al sur de Quito, inició su actual proceso eruptivo en 1999 y, desde entonces, ha intercalado periodos de gran actividad con lapsos de relativa calma.
Pnuma