Los aproximadamente 600 humedales de Costa Rica enfrentan una situación crítica de acuerdo con ambientalistas que sostienen que el urbanismo, el desarrollo turístico y la agricultura se han convertido en las mayores amenazas para estos vitales ecosistemas.
La importancia de la conservación de estos espacios se ha vuelto un tema común en Costa Rica debido a la disputa que mantiene con Nicaragua por los trabajos que ese país realiza desde el año pasado en un humedal fronterizo en el Caribe.
El daño ambiental causado por el dragado en el limítrofe río San Juan y la construcción de un canal para que el río desemboque en la laguna Los Portillos llevó a los ambientalistas locales a lanzar hoy una campaña para unir al país en la defensa de este espacio.
Aunque la campaña «Misión Humedales: vida para todos» se enfoca en el humedal de la Isla Calero, las organizaciones y universidades que la impulsan llamaron hoy la atención de que todos los humedales costarricenses necesitan protección.
El director de la escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, Gustavo Gutiérrez, dijo a Efe que los humedales cubren cerca del diez por ciento del territorio costarricense, es decir, unos cinco mil kilómetros cuadrados.
De los 600 humedales identificados en el país, solo 350 se encuentran registrados bajo alguna categoría de manejo por el Ministerio de Ambiente.
El país centroamericano cuenta con once humedales declarados de importancia internacional por la Convención Ramsar, encargada de la protección de estos espacios a nivel mundial.
Gutiérrez explicó que «la deforestación, la erosión y la sedimentación» generada por el desarrollo urbano y turístico están acabando poco a poco con los humedales costarricenses.
Además, estos frágiles ecosistemas se ven amenazados por «la extracción de recursos de flora y fauna, así como el drenaje de agua para ser utilizada en agricultura», subrayó.
El biólogo Randall Arauz, presidente del Programa de Protección de la Tortuga Marina (Pretoma), calificó la situación actual de los humedales en Costa Rica como «un desastre».
«Hay problemas por todos lados porque aunque hay leyes que protegen a los humedales, sin importar si están en terreno privado o no, hay muchas dificultades para hacer cumplir la legislación», señaló.
Según Gutiérrez, los controles estatales se han concentrado en los sitios Ramsar, dejando casi desprotegidos a decenas de pequeños humedales ubicados en sitios de gran desarrollo turístico donde la expansión hotelera es alarmante.
«Queremos aprovechar la preocupación por Isla Calero para defender y proteger todos los humedales. Para nosotros todos son importantes», manifestó el biólogo.
A través de «Misión Humedales» los científicos tratan de explicarle a la población los múltiples beneficios que traen los humedales al ser humano, como la fijación de carbono, pues una hectárea fija el dióxido de carbono equivalente a la emisión de hasta 25 vehículos.
Además, «son fuente primaria de energía, y sitio ideal para la pesca artesanal y deportiva, pues sus aguas son criadero de múltiples especies de peces y moluscos», puntualizó Gutiérrez.
Arauz acotó que los humedales también sirven como defensa ante inundaciones y desastres naturales.
«No es por casualidad que nos interesan, cumplen una función fundamental para el ser humano», resaltó.
PNUMA – http://es.noticias.yahoo.com/