Rafael González, especialista de Servicios Hidrológicos en la provincia de Ciego de Avila, resaltó a Prensa Latina que la construcción en la zona de un grupo de obras hidáulicas provocó la muerte de esa especie arbórea.
Acciones medioambientales desarrolladas en el Gran Humedal Norte de Ciego de Avila, beneficiaron la regeneración natural de unos ocho kilómetros de la población de mangle, afectadas en ese sitio Ramsar. Rafael González, especialista de Servicios Hidrológicos en la provincia de Ciego de Avila, resaltó a Prensa Latina que la construcción en la zona de un grupo de obras hidáulicas provocó la muerte de esa especie arbórea.
En la década de 1990 allí se ejecutaron canales, diques y cierres de puentes para el mejoramiento y la conservación de las reservas hídricas de origen subterráneo y superficial, lo cual interrumpió el flujo y reflujo de agua dulce entre esa área y el mar, apuntó.
Ello provocó la muerte de gran cantidad de mangle, principalmente en áreas aledañas a la Laguna de la Leche, el principal reservorio de agua dulce del humedal, pues se alteró la composición química del agua y aumentó la salinidad del lago, precisó.
Para contrarrestar los daños al entorno fue necesario la colocación de 16 tubos de polietileno de alta densidad para restituir el flujo y reflujo de agua dulce entre la Laguna de la Leche, la zona alrededor del dique del canal de Chicola y el mar, y equilibrar así el nivel de salinidad.
Actualmente toda el área se mantiene inundada y se aprecia un reverdecimiento del manglar, no obstante, se apoyará con la reforestación de la planta costera para mejorar las condiciones ecológicas del lugar.
Agregó González que para el 2014 se acometerá la restauración del dique Estero-Socorro, el cual tendrá aliviaderos automáticos y tubos para la circulación del agua dulce entre el mar y las bahías interiores de dicho ecosistema.
Los manglares son la vegetación terrestre más abundante en la región y los encargados de proteger las zonas costeras de la erosión marina, las mareas altas, los huracanes, además, de favorecer la vida de numerosas especies de animales acuáticos.
El Gran Humedal Norte de Ciego de Avila está incluido desde el 2002 en un Proyecto de Manejo Integrado Costero, auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Considerado el segundo más extenso de Cuba, después de la Ciénaga de Zapata, abarca casi 227 hectáreas de la faja de costa, cayos adyacentes y una rica plataforma marina proveedora de recursos pesqueros de interés económico.
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