Al circo en el que se ha convertido la eólica gallega le crecen los enanos. Los dueños de los solares donde se plantan los aerogeneradores también amenazaron ayer con demandar al Gabinete que preside Alberto Núñez Feijóo por el lucro cesante que puede acarrear la suspensión del concurso del bipartito. Un frente más que se suma al de los propietarios actuales de los parques que operan en la comunidad, en pie de guerra contra el canon que quiere imponer la Xunta, y los adjudicatarios de los 2.300 megavatios (MW) puestos en liza cuando la Consellería de Industria estaba en manos nacionalistas.
Éstos pronto se convertirán en humo, justo cuando el Diario Oficial de Galicia (DOG) dé sustancia a la resolución firmada ayer por el Gobierno gallego, que no deroga el decreto eólico, pero lo suspende y echa por tierra el reparto de instalaciones.
Batalla por el viento gallego
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