Tuvalu (nueve islas del Pacífico que apenas suman 26 km2) quiere prescindir de los combustibles fósiles para combatir el calentamiento global. Aunque su aportación a la lucha parezca insignificante, no sólo pretende dar ejemplo al primer mundo; les va la vida en ello.
Con la cumbre más alta del país situada a 4,5 metros sobre el nivel del mar, la elevación de las aguas amenaza su existencia.La electricidad que ilumina este paraíso a mitad de camino entre Hawái y Australia procede de generadores alimentados por diésel.
En febrero del año pasado, se puso en marcha un proyecto piloto para sustituirlo por energía solar. Los primeros paneles fotovoltaicos se instalaron en una banda del Estadio Nacional de fútbol de la capital, Funafuti.
Un pequeño país que quiere ser 100% renovable
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