El fundador del Instituto Max Planck de Meteorología (Alemania) y premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2009 de Cambio Climático, Klaus Hasselman, ha pedido este lunes a los dirigentes políticos que apuesten por el desarrollo de tecnologías «del futuro» y, en particular, por las energías renovables, con el objetivo de llegar a una economía limpia y baja en carbono. «Tienen que invertir», ha exigido.
Así, Hasselman, premiado por desarrollar los métodos que establecieron que la actual tendencia al calentamiento actual es atribuible, principalmente, a la actividad humana, ha asegurado que el cambio climático es «un problema» en cuya solución deben participar científicos, ambientalistas, políticos, medios de comunicación y sociedad que deben realizar una «labor conjunta».
Otro de sus consejos es «no sólo enfatizar los peligros» del cambio climático sino que se deben exponer recetas porque de momento se trata de un problema «resoluble» y con soluciones «factibles».
«La construcción de una nueva economía más limpia es una necesidad, así que cuanto antes empecemos, mejor», ha insistido el fundador del Instituto Max Planck, quien ha subrayado que todos los avances tecnológicos exigen «inversiones antes de obtener beneficios», sólo que, en este caso, la diferencia es que «no emprender los cambios necesarios resultará mucho más peligroso y caro que no hacerlo».
Por eso, ha recomendado como algo «importante» que las actuaciones de los responsables políticos encaminadas a superar la crisis económica vayan en ese sentido.
Asimismo, ha reconocido que los avances tecnológicos exigen inversiones antes de llegar a beneficios, aunque ha advertido de que en este caso, no emprender los cambios necesarios resultará «mucho más peligroso y caro que hacerlo».
De este modo, considera que una vez se logre salir de la actual situación se emprenderá «un nuevo camino» hacia el desarrollo y hacia una «economía duradera», algo que, en su opinión, es «factible» porque ya existen «muchas tecnologías» que proporcionan energía sin emitir gases de efecto invernadero como la hidroenergía, la energía eólica, o la solar. «La solar es hoy más costosa que la energía fósil, pero hay que desarrollarla porque su efecto, a largo plazo es positivo», ha señalado.
MENOS CO2 E IGUAL CALIDAD DE VIDA
Además, asegura que es «necesario» también pagar un precio por las emisiones de CO2 porque con el concepto de que quien contamina paga, se motiva a las empresas y a los países a desarrollar y apostar por una energía «más limpia». Sin embargo, Hasselman opina que la transición a esta nueva economía «limpia» no exige renunciar a los estándares de calidad de vida. «El obstáculo es que ni los políticos ni el público se dan cuenta de que el problema es soluble», ha recalcado.
Por otro lado, respecto a las acusaciones al último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU, conocidas como ‘Climategate’, debido a un error de cálculo en la fecha de la pérdida de los hielos en el Himalaya, ha defendido que los científicos del clima no tienen «motivación para engañar» al público y que tales afirmaciones corresponden a la «política de los escépticos del cambio climático para intentar desacreditar» estos trabajos.
«No podemos permitirnos engañar a nadie, porque perderíamos nuestro trabajo», ha añadido, al tiempo que ha señalado que esta polémica «da un poco de comer a los medios de comunicación».
Los premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento reconocen la investigación y creación cultural de excelencia en sus ocho categorías. Su rasgo distintivo es su estrecha vinculación con los retos científicos, tecnológicos, sociales y económicos de este siglo. Con ese fin, incluye categorías dedicadas a Cooperación al Desarrollo, Tecnologías de la Información y la Comunicación; Ecología y Biología de la Conservación y Cambio Climático.
Los galardones, dotados con 3,2 millones de euros para las ocho categorías serán entregados en una ceremonia, este miércoles en el Palacio del Marques de Salamanca, en Madrid.