El Ayuntamiento de Málaga ha instalado desde 2005 en torno a 40 plataformas fotovoltaicas en sendos edificios municipales y centros educativos, que le ha permitido generar casi un millón de kilovatios hora, el equivalente a la energía consumida por unas 250 familias al año, lo que significa disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera en 500 toneladas. Para seguir extendiendo la implantación de esta energía renovable, el siguiente paso del Consistorio será poner a disposición de terceros techo de su propiedad.
Así lo ha anunciado la concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Ana Navarro, quien ha explicado que se está elaborando el pliego de condiciones para que particulares o empresas dispongan de techo municipal a través de una concesión. «Vamos a intentar motivar a la inversión no pública» para el fomento de energías renovables, ha señalado, añadiendo que el objetivo es que esta iniciativa se pueda licitar antes de finalizar el año.
Actualmente, como ha indicado a Europa Press la edil de Medio Ambiente y Sostenibilidad, se está estudiando el interés que suscita esta iniciativa, que podría extenderse también a la energía microeólica, para determinar así cuánto techo municipal, del que se dispone de «miles de metros cuadrados», se saca a concurso.
Según ha afirmado, hay 39 edificios con plataformas fotovoltaicas que gestiona directamente la Agencia Municipal de la Energía de Málaga, de los que 27 son colegios públicos, dada la importancia que tiene que «la población infantil vea con normalidad esta práctica» y pueda visitar, incluso, dichas instalaciones. Además, hay otros dos inmuebles que también cuentan con estas plantas, como son el Palacio de Ferias y Congresos y el Centro de Emprendedores de Promálaga.
El antiguo Hospital Noble, sede del Área de Medio Ambiente, fue en 2005 el primer edificio municipal que incorporó estas plataformas. También pueden encontrarse, entre otros inmuebles, en el Área de Servicios Operativos, varios centros sociales, la Jefatura de la Policía Local del Distrito Este, la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (Espam), parques de Bomberos, juntas municipales de distrito o el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU).
BIOGÁS EN LOS RUICES
Otra de las líneas en la que trabaja el Ayuntamiento es el aprovechamiento del biogás que produce el proceso de descomposición de la basura tras el sellado del antiguo vertedero de Los Ruices. De este modo, Limasa evita que este gas vaya a la atmósfera y aprovecha su capacidad calorífica para la producción de energía eléctrica, que en su mayor parte se destina a la red general de Málaga, lo que supone en torno a un millón de euros al año, y el resto para el autoabastecimiento del centro ambiental.
Hay dos generadores, en la actualidad, que permiten producir dos megavatios de electricidad, aunque en este mismo año se instalará un tercero, aumentando entonces la producción eléctrica, al menos durante dos años, a los tres megavatios.
Todas estas actuaciones se enmarcan en el Plan de Acción de Energía Sostenible del Ayuntamiento de Málaga, que establece la hoja de ruta a seguir para alcanzar el objetivo marcado por el Pacto de Alcaldes, es decir, reducir las emisiones de CO2 en al menos un 20 por ciento para 2020 con respecto a 2008. Por ello, para ese año, se contempla disminuirlas en 263.560 toneladas.
Así, el Ayuntamiento de Málaga trabaja en siete líneas estratégicas: eficiencia energética; compra verde; movilidad sostenible; energías renovables; planeamiento urbanístico, con proyectos como la ‘manzana verde’ prevista en El Duende; gestión de residuos, y formación, investigación y sensibilización.
Como ha precisado Navarro, el sector transporte supone el 40 por ciento del total de dióxido de carbono emitido a la atmósfera. Por ello, se trabaja con los autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), completando la red de carriles bici y fomentando el uso de vehículos eléctricos, a través de proyectos como SmartCity, liderado por Endesa, o Smart Community System, impulsado por el Gobierno de Japón en el que colaboran empresas niponas y españolas.
POBLACIÓN INFANTIL
La concejala, que se marca como reto para esta legislatura que «el ciudadano se implique» en esta materia de cuidado medioambiental, ha destacado la importancia de la educación y la sensibilización, sobre todo dirigidas a los más pequeños para que «esas generaciones futuras eduquen a sus educadores, a los que les cuesta más entender la importancia de estas actuaciones». «El cambio es más fácil en los niños que en la población adulta», ha reconocido.
«La gente se está dando cuenta de la situación medioambiental actual, pero quizá aún le cuesta llevar a la práctica medidas; es un trabajo muy lento, pero es una prioridad para el Ayuntamiento», ha manifestado Navarro. De hecho, el Consistorio distribuye entre los centros escolares de la capital material didáctico relativo a la energía, el tratamiento de residuos y el reciclaje, el cual se ha incorporado, incluso, a la enseñanza de muchos de estos colegios.
ECOticias.com – ep