Alemania está en alerta por los paneles solares tras revelarse la temperatura de las ciudades con placas en el tejado. Si lo que pasó con los 10 millones de paneles solares de Dubái logró llamar tu atención, no puedes perderte lo que viene a continuación. Las placas solares ya se han convertido en una fuente importante de energía, por lo que no para de aparecer información sobre ellos y no toda es real. Bajo estas circunstancias, el país europeo ha brindado luz sobre uno de los mitos que circulaban sobre estos dispositivos energéticos.
La transición hacia fuentes de energía más sostenibles ha desembocado en un incremento significativo del uso de células solares. Estos dispositivos, que transforman la luz solar en energía útil, han llegado a ser una alternativa popular tanto para hogares como para empresas que buscan bajar su huella de carbono y ahorrar en costes energéticos. Cabe destacar que estas “herramientas” capturan la energía del sol y la transforman en electricidad o calor.
Están compuestas de múltiples células solares que funcionan a través del efecto fotovoltaico o la transferencia de calor. Su uso reduce significativamente la huella de carbono y la dependencia a los combustibles fósiles. Teniendo en cuenta sus amplios beneficios ambientales, Alemania ha terminado con un viejo mito relacionado con las estructuras solares.
Alerta en Alemania por el mito desmantelado de los paneles solares
Una de las creencias más extendidas sobre los paneles solares es que exacerban el calor en zonas urbanas, además de aportar al calentamiento global con sus emisiones de gases de efecto invernadero. Al ser oscuros, las placas fotovoltaicas absorben más luz solar que superficies con mayor reflectante. Muchos dan por sentado que los módulos solares calientan, durante el día, el entorno circundante.
Por otra parte, un estudio del Instituto Fraunhofer ISE en Alemania ha comprobado que, en promedio, los paneles solares pueden hasta disminuir la temperatura ambiente de las ciudades debido a su función de conversión energética. Los módulos de entornos urbanos suelen ubicarse en los tejados y las cubiertas de los edificios, transformando entre el 20 y el 25% de la energía solar que reciben en electricidad.
Durante el proceso, devuelven menos energía térmica al ambiente que los materiales tradicionales de los techos de la ciudad. Conviene aclarar que la producción de paneles solares, al igual que otros procesos industriales, produce emisiones de dióxido de carbono.
La etapa de extracción y procesamiento de materias primas, la producción, el ensamblaje, el transporte, la instalación y muchas otras instancias son procesos que necesitan de mucha energía. Una energía que proviene, en mayor o menor medida, de fuentes no renovables, dependiendo del mix energético del país en el que se genere cada etapa de esta cadena de suministro.
Alemania revela la temperatura de las ciudades con placas en el tejado
Sin embargo, sus niveles no pueden ni siquiera compararse con el carbón. El CO2 emitido en la fabricación de paneles solares es una fracción de las emisiones que producen las centrales térmicas de carbón a lo largo de su vida, según advierte el informe alemán. La Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania (UBA) registra que un kilovatio-hora de energía solar suscita alrededor de 40 gramos de CO2.
Por otra parte, la misma cantidad de energía generada con la quema de lignito (un tipo de carbón) desencadena 1.000 gramos. De hecho, la industria fotovoltaica ha venido bajando su huella de carbono a base de aumentar su eficiencia. Actualmente, un kWh de energía solar puede crear apenas 20 gramos de CO2 gracias a la eficiencia mejorada en su producción.
En definitiva, aunque la generación de paneles solares no está 100% exenta de emisiones de CO2, su impacto es significativamente menor que el de los combustibles fósiles y sigue cayendo en parte gracias a la creciente disponibilidad de fuentes de energía renovables en países como China, país en el que la capacidad eólica y solar roza el 40% del mix energético. Con este dato sobre la mesa, Alemania está en alerta por los paneles solares. Un hito que deja en el olvido el furor causado por los nuevos paneles solares sin instalación.