Asia está viendo cómo sus cielos cambian de color. El cielo azul está siendo suplantado por un extraordinario color blanco. Esto debido a la presencia de gigantescos globos que vuelan por el aire. Quieren lograr lo imposible a 10 000 metros en un contexto más que favorecedor para el continente.
Asia-Pacífico se alza como el bastión del crecimiento eólico mundial. Ha sido registrado en el Informe Global sobre Energía Eólica, del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC). La potencia eólica desplegada en 2024 fue de 117 GW.
109 correspondieron a energía eólica terrestre y 8 GW a eólica marina. Se tornó como un año récord para la industria eólica, que eleva su capacidad global hasta los 1136 GW. La región Asia-Pacífico llamó poderosamente la atención.
El país líder fue China. Acaparó el 70% del total instalado en 2024. En la lista, superó a Estados Unidos, Alemania e India. Anotó un avance interanual de 7%. Además, ha salido a la luz lo que está pasando con unos globos gigantescos. Podrían aumentar aún más su dominio sobre la energía renovable.
Todos miran hacia Asia y sus globos “voladores”
Tras comunicarse que el 25% de la electricidad en China proviene de energía solar y eólica, ha salido a la luz la existencia de una nueva turbina china. Se trata de un ingenioso concepto que se gestó en la mente del cofundador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en los años 50.
El concepto de eólica aérea tiene su origen en Qian Xuesen, ingeniero aeroespacial nacido en Shanghái que fue cofundador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena. Está considerado el padre del programa espacial chino, por lo que hay grandes expectativas sobre este dispositivo.
Podríamos estar ante el principio de las turbinas eólicas voladoras. Estos inventos solucionarían algunos de los problemas más extendidos de la energía eólica. Ofrecen un flujo de energía constante, dejando fuera la necesidad de costosas infraestructuras y con un impacto ambiental mínimo.
Flotan en las alturas unidos al suelo por cables. Producen electricidad continuamente valiéndose de los vientos constantes y potentes de las capas superiores de la atmósfera. Las turbinas fijas están restringidas por los cambios en los vientos a nivel del suelo. Este es uno de sus puntos débiles.
Con estos dispositivos, sucede todo lo contrario. Las turbinas voladoras mantienen un flujo constante de energía. Tanto gobiernos como empresas podrían instalarlas en cualquier punto geográfico. Además, lo harían rápido y a un coste muy por debajo de los modelos tradicionales.
Asia se corona con unas turbinas eólicas voladoras: ¿el futuro está llegando?
Después del éxito recopilado con varios prototipos, la start-up china de energía Sawes está preparada para desplegar miles de turbinas voladoras. En los experimentos realizaos, se ha ido subiendo tanto la altitud como la potencia.
Las turbinas voladoras pueden abastecer instalaciones comerciales, operaciones agrícolas, industrias y proyectos municipales pequeños. Otro de los puntos interesantes es que podría instalarse rápido en zonas de desastre. La compañía ya trabaja en una pieza de más de un megavatio.
Desde el comienzo de las investigaciones, allá por el año 2017, Sawes ha batido importantes récords mundiales. El S500 subió a 500 metros, con una producción de 50 kW. Por otra parte, el S1000 ascendió 1000 metros por 100 kW.
Llegó a estar por encima de los logros previos del MIT. El próximo paso es el S1500, con el que se busca 1 megavatio de potencia.
Energía eólica a 10 000 metros: el gran objetivo de Asia
Sawes se ha propuesto la creación de flotas de aerostatos de clase megavatio capaces de operar en la estratosfera, a unos 10 000 metros. La empresa asegura que, en esta instancia, la energía eólica en 200 veces superior.
Están desplegando globos gigantescos en Asia. Quieren lograr lo imposible: una fuente de energía apta a 10 000 metros. Mientras se determina hasta dónde llega China con esta idea, Canadá asegura que tiene algo mucho mejor.