Adiós a las baterías de litio: existe un extraño elemento químico que se oxida para funcionar

Publicado el: 18 de abril de 2024
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Las baterías de litio quedarían en el olvido pronto. Hay un extraño elemento químico que se oxida para funcionar. Cuando salió a la luz la fórmula infalible para resucitar las baterías de litio y hacerlas infinitas, el mundo quedó paralizado, pero esta vez podríamos estar ante el final de las baterías tal y como las conocemos. 

Las baterías de iones de litio son muy utilizadas en productos que conocemos muy bien, como coches eléctricos, teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, cepillos de dientes eléctricos y otros. Son recargables y presentan una serie de ventajas que las tienen en la cúspide del mercado actual.  



Según un informe publicado por Nature en el año 2021, el mercado de estas baterías ascenderá de 30.000 millones de dólares a 100.000 millones de 2017 a 2025. Pero, ante la llegada de esta nueva opción, ¿se cumplirán sus predicciones? ¡Vamos a verlo! 

Este es el dispositivo que podría reemplazar a las baterías de litio a partir de ahora

Las baterías de flujo redox basados en el electrolito orgánico en las que trabaja CIC energiFUNE son una clara alternativa económicamente viable para almacenar energía de forma estacionaria a gran escala e integrar las ansiadas energías renovables.  



Este último es un aspecto clave y uno de sus fuertes debido a la compleja situación de degradación del medio ambiente que está devastando Europa y el resto del mundo. Para combatir esta difícil realidad, la Unión Europea ha desarrollado el Pacto Verde Europeo, que es nuestra hoja de ruta para brindar a Europa una economía sostenible que aspira a convertirse en neutra a nivel climático en 2050. 

Para llegar a esa transición energética de la que todo el mundo habla, es necesario apostar por las energías renovables y a nuevas alternativas de almacenamiento. No obstante, aunque han aparecido varias opciones, hasta ahora no se han podido concretar porque, para que sean realmente útiles, deben cumplir con unos rigurosos requisitos de alta ciclabilidad, eficiencia, rápida respuesta y bajo coste. 

Por esta razón, se han fijado unos objetivos claros en el Plan SET para el almacenamiento de energía estacionaria en lo que respecta a los valores y durabilidad para el año 2030. Respecto al coste, el objetivo es 0,05 euros kW/h/ciclo y, en lo que concierne a durabilidad, 10.000 ciclos y 20 años de vida. 

¿Por qué las baterías de flujo redox podrían reemplazar a las baterías de litio?

Para empezar, desglosaremos lo que quiere decir redox, ‘red’ proviene de reducción y ‘ox’ de oxidación de electrones o liberación. Este tipo de baterías con electrolito de vanadio funcionan haciendo girar en círculos un electrolito líquido bombeado desde unos tanques hacia un stack de celdas electroquímicas con una membrana que separa ánodo y cátodo. 

Las reacciones de oxidación y reducción en los electrodos dan como resultado una diferencia de potencial entre las disoluciones de cada espacio de la membrana. Este proceso hace posible el almacenamiento de energía. 

Una estructura que, además de cumplir con los requisitos del Plan SET, desacoplan energía y potencia para adecuarla a la capacidad que se necesita. De esta manera, se evita el sobredimensionamiento que demandan otras baterías cuando necesitan largas descargas y longevos tiempos de almacenamiento. El coste de esta solución promete encontrarse en los valores exigidos por el SET Plan.

Una solución con futuro, pero que necesita más investigación

Hace más de 5 años que CIC energiGUNE comenzó su actividad en este ámbito. Cabe destacar que sus primeras investigaciones culminaron en la publicación de la patente WO 2015/048550 sobre “Compuestos electrolíticos orgánicos para baterías de flujo redox”. 

El consorcio se compone por otras 9 compañías referentes en materiales, sistemas de almacenamiento y energías renovables y todas trabajan para que las baterías de flujo redox brinden las mejores prestaciones, alarguen su vida útil y sean más fáciles de reciclar.  

Por ahora, toca esperar qué sucede con este elemento químico para determinar si nos despedimos o no de las baterías de litio. No obstante, con la gran cantidad de proyectos que han salido a la luz este último tiempo, está claro que ya han cambiado.